Hay títulos a los que un lector no puede pasar desapercibido. Fue ver Como bestias en la librería y venirse a casa. Vamos a ver qué nos cuenta Violaine Bérot.
Continúa la moda literaria del entorno rural, agreste, de personajes extraordinarios y esa tendencia a los silencios. Según vamos avanzando con los testimonios de los habitantes del pueblo, incluida su madre, vamos entendiendo realmente quién es esa niña y de dónde sale; las malas lenguas pecan de largas, también. Este relato de suspense resulta realmente cercano, nostálgico, tiene un aura mágica propio de las hadas, que también tienen su espacio en estas páginas. Para mí Violaine Bérot crea una atmósfera fabulada que resulta maravillosa, haciendo reflexionar sobre lo mucho que marcamos las diferencias, el miedo que nos provoca lo desconocido.
" Siempre se ha contado que las hadas vivían en la gruta porque resulta inaccesible. Y que robaban a los bebés de los pueblos para llevárselos allí arriba. Que no podían resistirse a robar niños porque eran mujeres, pero incapaces de tener hijos. Y que cuando cogían a alguno, los de abajo se daban cuenta enseguida porque las hadas ponían a secar a la entrada de la gruta ropa blanca, los pañales de los bebés".
El final es muy abrupto e inesperado, y esa es la parte que me ha molestado, no esperaba de golpe y porrazo algo tan brusco, y a pesar de eso, la novela me ha fascinado. No es un mal final, solo que esperas que la historia continúe porque se ha quedado corta, te gustaría fuera más extensa. Otra de las grandes lecturas de 2023.
Gracias por la reseña, pero esta vez no me convence. Un beso.
ResponderEliminarOtro libro será.
EliminarGracias a ti por pasar.