17 de septiembre de 2022

DEVOCION (Hannah Kent)

septiembre 17, 2022 11


THEA, NO HAY LÍNEA DE TU PALMA que no haya recorrido con el dedo, crujido de tus nudillos que no haya escuchado y el azul de tus ojos es el revestimiento del ataúd del mundo. Mandaría cantar salmos dedicados a ti y al suave vello de tus muslos, y a las pestañas que se te han caído en los campos en los que has faenado. Mandaría que, de rodillas e inclinados, tendieran ramas sobre el latido de cualquier suelo en el que has descansado. Thea, si el amor fuera una cosa, sería el tendón de una mano abierta con la esperanza de asir algo. Mira, mis manos te buscan. Mi corazón es una mano extendida". 


Así comienza DEVOCIÓN. Intrigante. ¿verdad? Imagino que cada lector tendrá un motivo concreto por el que acercarse a un libro, una manía particular. La mía es leer el primer párrafo; si me engancha, me lo llevo. Con comienzos así resulta complicado resistirse.  En este caso particular, contaba además con la garantía de que Hannah Kent me enamoró con RITOS FUNERARIOS que tanto y tanto recomiendo. De LOS BUENOS hablaremos otro día, mientras tanto vamos descubrir qué nos depara esta lectura. Al lío.





Nos encontramos en la ya desaparecida Prusia, y lo hacemos de la mano de Hanne, de quince años. Siente una conexión muy estrecha con la naturaleza y su entorno, y unos sonidos que nadie aprecia a excepción de ella, ni siquiera Mattias, su gemelo. Su sensibilidad la convierte es un ser especial; no tiene amigos, se siente fuera de lugar constantemente, se sabe fea y vive a la sombra de la belleza de su madre y de su autoridad férrea, que busca por encima de todo feminizarla y buscarle un marido cuanto antes. Sin embargo, ella no quiere lo mismo que las demás, no comprende el compromiso del matrimonio ni sabe qué es el amor; conque se escabulle como puede de las garras de su madre. Un día llega a la aldea una nueva familia, y Thea y ella se vuelven inseparables.

Todos ellos son devotos luteranos y viven en paz hasta que comienzan a perseguirlos a raíz de sus creencias religiosas. Se reúnen en comunidad y junto al pastor Flügel, que es la máxima autoridad, deciden huir en el Kristi, un barco con destino a Australia donde comenzar una nueva vida. Y lo hacen con la esperanza de una vida mejor, donde pasar inadvertidos y disfrutar de su fe; lo que no saben es que el precio que tienen que pagar para llegar hasta ese nuevo mundo es tan alto. Pasan meses de carencias e inmundicias durante la travesía, la enfermedad y la muerte les visitan de cerca, dejando a muchos compañeros atrás. El "quien es recordado nunca muere" se convierte en un mantra para ellos, todo con la finalidad de seguir adelante y alcanzar tierra; prácticamente no hay especio emocional para el dolor en el corazón de casi ninguno.


"¿Tiene menos valor una historia que nadie oye?"


Entre Hanne y Thea se gesta un vínculo especial e indestructible, a pesar de las circunstancias por las que han de transitar. En alguna parte leí una vez un fragmento de un texto de un gran pensador que decía que "los amantes tienen una religión y una fe propias", una fe que únicamente comprenden ellas y Anna Maria, la madre de Thea. Esta mujer vive en tela de juicio constante a raíz de las calumnias interminables de algunas de las mujeres de la aldea que, empecinadas, le van con el cuento al pastor de que viaja acompañada de un libro de poderes ocultos. Ella es perceptiva, espiritual y se aferra a la religión haciendo caso omiso de las injurias. También merece una mención especial la madre de Hanne, Johanne, que hace de su belleza un escudo para soportar las desgracias que la vida le otorga. He conectado también con ella. 



" Los últimos momentos de  mi vida los recuerdo en forma de ausencias. Ausencia de dolor. Ausencia de latido. Alivio. Desconcierto. Esperar la continuación de mi vida y un instante asombroso en que quizá supe, sí, es posible que entonces lo supiera ya, que todo había terminado.
Luego una oscuridad blanda y absorbente".





Desde luego no puede haber un título más adecuado que DEVOCIÓN para este texto, la pasión y creencia de esta comunidad es admirable a la par que asfixiante. 
La narración de Kent vuelve a ser envolvente, hace magia con las palabras y las riega de emoción, y esta vez la dota de un toque paranormal que no esperaba y me ha sorprendido. Le han sobrado un par de capítulos un tanto repetitivos para ser redonda y aun así, me ha fascinado. Vuelve a confirmarse como una de mis escritoras favoritas que ocupa un hueco especial en mi estantería.

Hay que leerlo.