Han pasado un par de meses desde que terminara Basa y aún puedo sentir el peso de su lectura en el corazón. Miren Amuriza es además de escritora, bertsolari*, y creo que esa base poética se refleja claramente en su pluma. Basa es su primera novela, con la que consiguió el Premio xx Igartza Saria 2017 y el Premio Siete Calles 2019. Fue escrito originalmente en euskera y traducido posteriormente por Miren Agur Meabe, otra gran autora.
Sabina Gojenola es la actual propietaria de Altzerreka, un viejo caserío que gobierna desde que quedara viuda. Suelen visitarle sus hijos, Karmele y Joseba, intentando ayudarla y buscando que su día a día sea más confortable; ella se niega en rotundo a modernidades y a que irrumpan en su intimidad. Es una mujer fuerte, arraigada a los principios de antaño, disciplina férrea y ni una muestra de debilidad. Vive también en el baserri* Henry, su cuñado, que regresó de EEUU después de que le amputaran una pierna. Ella se encarga de sus cuidados, más por obligación que por dedicación. Arisca es una de las palabras definitorias para su carácter; los únicos que reciben sus muestras de cariño son su perro, su gata y sus ovejas. El recelo que siente por Lurdes, su vecina del caserío Goiketxe es palpable desde la primera página y ambas aguantas dimes y diretes.
" ¡Las luces de un coche! La luz rojiza entra por la ventana del fregadero, pero la oveja sigue olfateando los desperdicios del suelo. El grifo está abierto y la palangana llena de cristales. Se desborda.... ¡He dicho cristales, sí! Y la oveja ahí seguirña, hasta que alguien entre de pronto en la cocina y la asuste. Alguien.... Karmele. ¡Espera! ¡Espera! Veo a Karmele entrar y coger el móvil de la mesa. Sale. Y la oveja se come las galletas. y Karmele otra vez en la cocina " .
Podría parecer que la historia es sencilla e intrascendente, no lo es, en asboluto. La autora crea una tensión que arranca en el principio y no cesa, con un desenlace como broche final inesperado y demoledor. El tono grisáceo y melancólico perdura durante toda la lectura, aunque hay ciertos pasajes que resultan divertidos, y se agradece relajar un poco ese nerviosismo que se instala en el lector para coger un poquito de oxígeno. Sabina o te cae bien o la querrías matar, a veces resulta empática y otras un dolor de muelas; curiosamente, me ha recordado un montón a mi abuela navarra.
En resumen, la narrativa de Miren Amuriza me ha parecido absolutamente magistral y envolvente. Me ha dejado muchísimo poso, con lo que me gusta a mí una historia familiar de corte intimista. No dejo de recomendarla.
*bertsolari: Cantante y compositor(a) de versos en euskera, improvisados y con una métrica y rima concretas.
*baserri: caserío.
*baserritarra: habitante del caserío.
No conocía la novela, pero me ha picado la curiosidad. Le daré una oportunidad. Un beso.
ResponderEliminarHola, Esther
ResponderEliminarPues no puedo estar más de acuerdo en todo. Esa mujer arisca, gris, fuerte... la relación con la familia, ese no dejarse ayudar por nadie... Sí que deja poso. Qué bien que la hayas traído aquí.
Un beso.
No conocía ni novela ni autora. Como me dedico más al asesinato me pierdo joyas como esta. La tendré en cuenta. Besote
ResponderEliminarA mí también me gustan mucho las historias de este tipo, las que rebuscan por dentro y si encima están en sitios solitarios, más todavía.
ResponderEliminarMe pregunto por qué los autores que escriben en catalán, Vasco o gallego no se traducen ellos mismos, lo harían mejor ¿no? Ellos saben lo que querían contar mejor que cualquier traductor que siempre va a hacer algo se interpretación.
Me apunto.
Besos
Me gusta el tono melancólico :)
ResponderEliminarHola! No conocía el libro y aunque no es mucho de mi estilo de lectura no lo descarto porque parece interesante. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hooola! Pues no tenía ni idea de esta novela y me has dejado con muchas ganas de leerla. A ver si entre vacaciones y días con menos jaleo la cojo por banda. Un beso grande. Muaca
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