26 de febrero de 2022

" FLORESCENCIA " (KOPANO MATLWA)

febrero 26, 2022 10

Merodeando por los estantes de mi librería me topé con "Florescencia" y su portada atrajo mi atención. Sin haber oído hablar de Kopano Matlwa y sin echar un vistazo a la sinopsis, este título de Alpha Decay acabó en mis manos. Os cuento mis impresiones.




Masechaba ha soñado con ser médico desde pequeña. Digamos que la medicina supone para ella una catarsis con la que combatir la sociedad xenófoba y machista que le rodea. En el hospital en el que trabaja en Sudáfrica cuentan con muy pocos recursos y además, tal y como ella recrimina, “nuestra gente se cree muy lista, pero se niega a tomar conciencia de su salud y acude muy tarde al médico, a veces cuando ya no hay una solución posible".  Vive constantemente avergonzada, enclaustrada en una religión férrea inculcada por su madre, una persona estrictamente religiosa. A Masechaba todo le resulta pecaminoso, y vive una terrible culpa, bien sea por sus dolores graves menstruales como el suicidio de su hermano y único amigo Tshiamo. Vive con una colega del trabajo, Nyasha, una mujer muy reivindicativa, una guerrera, en exceso instransigente que pone a “Chaba” contra las cuerdas constantemente. 


" Los pacientes se mueren continuamente. Nadie espera que los salvemos a todos. Hacemos lo que podemos. Y con nuestro agónico sistema sanitario, la escasez de personal, los problemas sociales, ¿qué se puede esperar? Hacemos lo que podemos: es el mantra que me repito día y noche, noche y día. Se lo recito a otros y otros me lo recitan a mí.

Hacemos lo que podemos.

Hacemos lo que podemos"


La obra está compuesta de cuatro partes, intercaladas con numerosas citas bíblicas. En la primera se nos muestra a esa mujer que sueña con ser doctora, y que además lucha por ese reconocimiento: "ni señora ni señorita, doctora". En la segunda, la incidencia de Nyasha arrastra a Masechaba a quejarse de la xenofobia, a reaccionar ante el abuso racial y ponerse en primera fila de guerra. La tercera parte nos muestra a una mujer destruida, víctima de violación, que se hunde y toca fondo y conversa con ese Dios suyo al que tanto necesita. Y por último, hay distanciamiento, abandono, pero también una madre pegada a la cama de su hija buscando su recuperación. 


Poco más puedo añadir sin hacer spóiler de esta obra cuanto menos especial. Confieso que la introducción, esa primera parte me tuvo un poco desconcertada, porque no entendía por qué derroteros caminaba la historia, cuál era en realidad la línea argumental y si era interesante para mí. Pero según avancé un poco más, fui comprendiendo el nexo entre toda la información expuesta y entonces me enganché a la historia. El perfil psicológico de Masechaba es brutal, encoge el alma su manera de verse a sí misma, y especialmente la parte en la que se narran los abusos sufridos es emotiva y desgarradora. También es remarcable el uso que hace de la religión, porque hay quien se aferra a ella buscando refugio mientras que la doctora lo hace exigiendo respuestas, pidiéndole a ese Dios que ella conoce que actúe conforme a su palabra, y ahí es donde se cobija.


"Dicen que en el cielo seremos eternamente felices. No lloraremos, no sufriremos, no sentiremos miedo ni preocupaciones. Todo será perfecto".


En conjunto,  me ha gustado mucho el enfoque de Matwla. Esta joven escritora es licenciada en medicina, algo que se percibe enseguida; se halla en terreno cómodo hablando de la sanidad pública, con su álter ego en Florescencia y aprovechando la escritura como medio de reivindicación social, de esa Sudáfrica corrupta, machista y xenófoba que ella tan bien conoce y que es tan necesaria vea la luz. Me ha parecido una obra original, muy bien estructurada, y que a lo largo de poco más de cien páginas deja al lector muy revuelto.


11 de febrero de 2022

" LA VOZ DEL PADRE, LA VOZ DE LA MADRE " (Lucía Boned Guillot)

febrero 11, 2022 18

Me resulta interesante cómo a los lectores a veces nos atraen las portadas bonitas, los libros voluminosos, los sellos editoriales conocidos y cómo otras, en cambio, la sencillez gana la partida y simplemente nos dejamos llevar por la curiosidad. "La voz del padre, la voz de la madre" es de esos libritos que detrás de su corta extensión se esconde un tesoro. Escrita por Lucía Boned Guillot y bajo la edición de Temporal, os detallo mis impresiones.


Boned presenta en esta obra singular la microbiografía de su familia. Pongámonos en antecedentes. Su abuelo José María estuvo preso durante ocho meses en la cárcel de Montjuic en el año 1939, y su abuela Teresa se trasladó de Valencia a Barcelona junto a sus dos hijos para poder estar más cerca de él. La autora, años después, encuentra un sobre en el que se lee la palabra MINIATURA, donde se recopilan las notitas que se escribían sus abuelos y que se pasaban ocultas entre la cesta de la comida.  


La obra está dividida en tres partes. En la primera se trascriben las notas tal cual fueron, faltas ortográficas incluidas, superando con creces la hermosura del mensaje frente a lo incorrecto, plasmando con mimo ese cuidado especial que mantuvieron por encima del distanciamiento físico, reflejando todo ese amor contenido en un trocito de papel, que todo derroca. 


 De Teresa. Sin fecha.

" (...) Hoy no he querido salir, he querido descansar un día. Con lo poquito que me gusta salir si no te llevo del brazo, y desde que estás ahí dentro aún no me he quedado en casa ni un solo día. Qué envidia me dan todas las parejas que veo por la calle".


En la segunda parte es Enrique, padre de la autora, quien detalla peculiaridades de sus padres, unos recuerdos teñidos de nostalgia que resultan emotivos y al mismo tiempo, provocan una sonrisa. En la última Lucía, partiendo de la perspectiva de su padre, nos presenta la agenda de su abuela, donde anotaba sus gastos, dichos y expresiones del abuelo,  imágenes de objetos y fotografías que conforman la estructura familiar y que dota a la obra de un mayor realismo. No olvidemos que estamos ante un relato muy personal.


"Si algún día puedes escribirme más extenso pon como yo dos o tres notitas en diferentes sitios. En la cintura del pantalón del pijama, o le haces un corte a un pan con un cuchillo de punta, aprovechando las arrugas de la corteza, y lo metes por ahí, en ese caso para despistar manda un par de panes".


Lo cierto es que no sabía qué me encontraría en "La voz del padre, la voz de la madre" y la sorpresa fue mayúscula. Confieso que las 72 páginas que tiene el librito se me hicieron cortas, en especial la primera parte. Me enganché a la historia y me quedé con ganas de saber más. Y no, no es otra historia de la Guerra Civil, es un relato fascinante e íntimo y merece ser leído. Boned rinde un homenaje a la memoria de sus abuelos de una forma muy bella. No me extraña que pasara la noche en vela tras encontrar el sobre.



10 de febrero de 2022

" VLADIVOSTOK CIRCUS" (Élisa Shua Dusapin)

febrero 10, 2022 8

Perderse entre las estanterías de la biblioteca es algo tan tentador que siempre acaban apareciendo títulos interesantes a los ojos de cualquier lector. Sin más preámbulos, hoy vengo a hablaros de  "Vladivostok Circus" de Élisa Shua Dusapin, editada por Alianza.



En el Vladivostok Circus ya no hay animales, aunque permanece ese olor fuerte y un tanto nauseabundo. Así lo percibe Nathalie, recién contratada como responsable de vestuario. Es León ―director del grupo― quien la recibe a su llegada, para después presentarle a Anna, Nino y Anton.  Todos continúan  en el recinto del circo tras terminar la temporada y preparar con esmero su número juntos para la competición internacional de Ulán-Udé. Anna es la figura especial de la barra rusa, pero lleva poco tiempo trabajando con los otros dos y aún se siente insegura. Entre ellos forman un equipo inusual que quizá por separado no alcanzaría mucho pero en unión los hace muy fuertes e indestructibles.


"A mí me parece que el público viene sobre todo para ver si todo sale bien. Para saber hasta dónde somos capaces de aguantar. Se puede decir que buscan un sueño, pero en realidad lo que buscan es un fracaso. Ver fracasar a los demás es una forma de seguridad".


Nathalie será la narradora protagonista, haciendo hincapié en sus silencios, en sus mentiras, en la distancia emocional que le separa con su padre, pero también nos hará partícipes de los secretos de Anna, con quien entabla una curiosa amistad. Y poco a poco irá ahondando entre bambalinas en el resto de compañeros, conociéndolos más íntimamente, indagando en qué y quién se esconde tras la coraza. 


"El contacto con el colchón me quema. Hace una semana que no me curo la herida del cuello. Ha quedado carne sobre la mesilla. La grasa se endurece en la superficie. Cuando la mujer la atravesó con la cuchara, hizo un ruido, que me dio ganas de tocarla. ¿Estárá tibia, caliente, granulosa, gelatinosa? ¿Habrá podido aplastarla con el dedo? ¿Es posible, en una vida, hacer la suma de todas las diferentes texturas que podemos tocar?"


El tono es gris y melancólico y la autora juega a una falsa previsibilidad que me ha cautivadoLa francesa nos ofrece un texto breve, cocinado a fuego lento pero que penetra en la más absoluta intimidad de cada personaje, y deja entrever esa soledad de quien vive tan lejos del hogar. Un relato corto que ha sido un gran descubrimiento y que deja un regusto especial.