Instagram, una lee y recomienda, otra ve y comparte, y entonces te ves sumida entre las páginas de "Leña Menuda" de Marta Barrio. La escritora, editora en Alianza Editorial, ha ganado el Premio Tusquets Editores de Novela con esta su segunda novela. Vamos al lío.
Una mujer acaba de confirmar su embarazo y, a partir de aquí, empieza a diseñar su proyecto de vida junto con su pareja: amueblar la habitación, escoger el nombre, en resumen, disfrutar la ilusión de saberse padres. Un día unos perros la derriban y acude al hospital, donde recibe un diagnóstico que pone su vida boca abajo. El bebé no ha sufrido daños tras la caída pero descubren una anomalía grave; padece displaxia esquelética severa, esto es, que tiene los huesos largos demasiado cortos, por lo que no podría llegar a caminar, y además tendría problemas respiratorios, y los pulmones y otros órganos vitales no funcionarían adecuadamente. Se considera una enfermedad rara, de esas cuyo porcentaje es tan mínimo que ni siquiera se conocen. Al hallarse en una gestación avanzada ya no puede interrumpir el embarazo de manera legal en España, que actualmente lo limita a 22 semanas y 6 días desde la última menstruación. A partir de este momento y tras procesar el primer shock inicial, A. (su pareja) y ella deben decidir qué rumbo tomar. Esto les coloca en una posición muy complicada, de culpa, duda, miedo y tristeza, y finalmente deciden viajar a Bélgica, que es uno de los países europeos que permiten la interrupción voluntaria del embarazo independientemente de la gestación y es, además, el más económico hasta el momento. En cualquier caso, el importe a abonar resulta inalcanzable conque deben vender parte de sus bienes.
El turismo abortivo era un privilegio de clase, al alcance de unos pocos.
Ella es la que viaja sola, A. permanece en España, así lo han acordado. Se instala en casa de B. (su prima), que no hace preguntas, permanece en silencio y acompaña en ese bache inolvidable. Barrio nos relata cada detalle que acontece a esta mujer aún embarazada de su primer hijo, desde que rellena la documentación pertinente en el hospital hasta que ingresa, pare, y sale de allí con las manos vacías y el alma desgarrada. Y es que sigue teniendo el vientre abultado pero X ya no está. Ya nunca estará. Lo aséptico, la parte fría de un paritorio en que no hay llanto se cuela por los poros de la mamá, y así se transmite al lector. Saberse madre sin poder abrazar a tu bebé es demoledor. Acompañaremos también a la protagonista en su proceso de duelo, ese duelo gestacional o perinatal que aún a día de hoy sigue siendo tan silenciado, pero en este caso se dice en voz alta y sin tapujos. Sobrevivir al hijo es antinatural y es algo que se puede llegar a aceptar y asumir pero no a superar. Nadie está preparado para eso, para incinerar o enterrar a quien diste la vida.
Cuando salió de mí al fin, cerré los ojos apretando las pestañas. La doctora Levesque me preguntó, con su voz rasgada, si me gustaría despedirme: nadie se había arrepentido de mirar, pero sí de no hacerlo, y si quería me lo podían envolver bien en una manta para que no le viese el cuerpo sino solamente la cara. Sin osar todavía abrir los párpados, asentí Si no le veía era como si negara su ser, condenándome a un luto eternamente inconcluso. Su carita fantasma me rondaría en sueños, tendría pesadillas con un bebé sin rostro y me arrepentiría para siempre de no haberme despedido de él. Seguí, sin abrir los ojos hasta que B. me aseguró que se lo habían llevado ya. Nunca me había sentido tan cansada.
La línea argumental coge dos caminos narrativos; uno el del propio testimonio, el relato, que está enfocado en primera persona pero no es autobiográfico; el segundo, en una sección de consulta y documentación donde comparte términos que busca en el diccionario buscándose a sí misma, intentando encontrar una definición para la mujer que ahora es. Y es que la muerte de un hijo es tan dolorosa que hace que los cimientos se tambaleen, la personalidad conocida hasta el momento se difumine y se necesite definir el nuevo esbozo de la persona en la que te estás convirtiendo, con pinceladas comunes a la anterior y con otras trazas nuevas, desde la base de un alma hecha jirones. Se nos muestra un recorrido a lo largo de la historia y la religión, que también tiene un peso fundamental, ya que esta joven busca semillas en su fe. También se presentan referencias a otras grandes mujeres de la literatura que también compartieron sus desgracias, como Marguerite Duras, Annie Ernaux y Mary Shelley, entre otros.
De repente, sentí un apego feroz e irracional por ese reptil antiguo que creía dentro de mi cuerpo, y me entraron ganas de salir corriendo en la dirección opuesta y criar a mi monstruo en una torre oscura, sin espejos, o en un campo apartado, a salvo de las miradas de desprecio y de su propio reflejo. Pero no me podía permitir esa debilidad, recordé el diagnóstico médico y seguí caminando hacia adelante, adentrándome en la clínica.
Me pregunto si existe lo que todavía no tiene nombre, dónde se encuentra la frontera de la luz y la sombra, de lo vivo y lo muerto, de la madre y el hijo, del ser y el no ser, de la noche y el día, del sueño y la vigilia.
Bien, enfoques y opiniones personales al margen, Leña Menuda es uno de los mejores libros que he leído en mucho tiempo, por su pulcritud narrativa, por dar a conocer una historia por desgracia bastante común y con tanto tabú social que se podría englobar en la categoría de novela distópica aunque para mí no lo es. Es por encima de todo un novelón testimonial redondo, sin fisuras, que aporta muchísimo al lector con independencia de su experiencia más íntima. Basta ser un poquito empático para que salgas con lesiones tras su lectura. Y es mucho más, es la duda de si en España hay más muertes perinatales que se podrían haber detectado antes en la atención de personal experimentado; es la injusticia de un país que sigue siendo incoherente con sus leyes, especialmente para con las mujeres; es la privación de libertad de elección, etc. Dice Marta Barrio que ha aprendido muchísimo de su escritura, no me cabe duda. También se percibe claramente su confort entre letras. Lo recomiendo 100%.
Mi cuerpo era una ciudad sitiada por un poderoso ejército enemigo, que no había dejado más que cenizas a su paso.
Podéis echar un vistazo a la entrevista que le hacen en la Revista Librújula o en el vídeo de Página 2 que os pongo a continuación.
Tremendo libro y tremenda tu reseña.
ResponderEliminarIncluso teniendo la suerte de no haberlo vivido, como es mi caso, hay momentos en que se pone la piel de gallina. Y al leerte, otra vez.
Hola! No conocía este libro pero tiene una pinta estupenda y trata un tema muy interesante así que me lo anoto. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Thanks for your sharing...
ResponderEliminarPeliagudo y controvertido tema, pero real como la vida misma.
ResponderEliminarMe lo llevo.
Besitos 💋💋💋
Me has puesto la piel de gallina con tu reseña. Necesito leer este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Vaya tema. Este libro me llamaba la atención pero solo leyendo la sinopsis ya se te queda como el corazón encogido. Creo que nadie sabe cómo manejar un dolor así, y a lo mejor por eso no hay tampoco palabras para nombrarlo. A ver si se ponen a ello y lo encuentran, porque lo que está claro es que existe y que podría ayudar. Veo que en esye tipo de lecturas encuentras una especie de consuelo, de comprensión, de sentirte acompañada de alguna manera. A ver si se va progresando en la atención a las familias que tienen que pasar esta dura prueba y la sociedad también se hace más generosa y permite la visibilidad y no taparlo como si no existiera para evitar la tristeza que provoca.
ResponderEliminarBesos y mucho ánimo
Tema duro. De momento no me animo.
ResponderEliminarBesos.
Madre mía, me imagino lo duro que ha debido ser para ti leer este libro, no sé hasta qué punto te ha podido ayudar, lo que sí que sé es que sería absolutamente incapaz de leerlo en estos momentos.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Me parece interesante pero no lo veo para este momento. Besos.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarAhora mismo estoy embarazada y sería tremendo ponerme con este libro ahora, pero me parece una historia increíble.
Muchos besos.
He venido a leer tu reseña porque vi tu fotaza en instagram. Qué duro es y qué tremendo me parece el libro, me lo apunto. También creo que es importante dar palabras a estas experiencias, palabras que reflejen la verdad de lo que ha sido, tu revindicación la veo muy necesaria.
ResponderEliminarMuchos besos
Hola!
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña y la recomendación.
Me lo anoto.
Besotes ;)
Hola, Equilibrista:
ResponderEliminarA lo mejor te sorprende, pero la tengo apuntada desde que lo vi en "Página 2", y ahora más tras tu recomendación. No sé cuándo lo leeré, pero es una lectura que no quiero que se me pierda en la pila de pendientes.
Un beso.
¡Hola! Debe haber sido muy duro y a la vez esclarecedor ver una experiencia que te toca tan de cerca reflejada en sus páginas. Si, habiendo vivido algo similar, consideras que lo plasma a la perfección, es que debe ser una novela de 10. Ya tenía pensado leerla desde que leí la sinopsis al darse a conocer el premio, pero después de tu reseña definitivamente la leeré. Muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarNos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
Me alegra siempre leer que una novela es tan buena. No conocía el libro así que lo anoto ahora mismo.
ResponderEliminarUn beso,
No conocia este libro y vaya trama
ResponderEliminarMadre mía, se me ha puesto la carne de gallina al leerte. Qué novela tan dura, qué reseña tan sentida.
ResponderEliminarBesos
Parece un libro muy intenso. No me suelen llamar este tipo de temas pero por como nos lo has pintado, difícil resistirse.
ResponderEliminargracias por la reseña, un besazo!