29 de noviembre de 2018

"EL PESO DE LA IRA" (Adrián M. Ceregido)

noviembre 29, 2018 32

" Llevo perdido desde los diez años, desde la mañana del trece de agosto de 2005. Lo único que puede acabar con esta situación es cargarme a este tío. Es mi salvación, pienso en ello cada día de mi vida."

Conocí a Adrián M. Ceregido con el lanzamiento de "La Venganza esquiva", su ópera prima literaria. Ahora nos presenta "El peso de la ira", su segunda obra, también editada por Émepe MundoPalabrasOs cuento su argumento.



Un niño de diez años que acaba de regresar de Londres con su madre es vigilado por un sicario que, en principio, tendrá que matar. Sin conocerlo están vinculados a un matrimonio que vive en la casa contigua, por algo acontecido años atrás. En el momento en que se desvela ese secreto la ira inunda a los personajes, provocando un giro radical en sus vidas.

El peor tipo de odio que hay es el acumulativo, ya que cuando se va avivando con el paso de los años termina por enturbiar el pasado aún más, magnificándolo. Y cuando la chispa prende a veces ya no tiene vuelta atrás. ¿O sí?

"Hay cosas inmutables que ni la muerte consigue alterar."

A ritmo de thriller con pinceladas policíacas Ceregido nos va haciendo partícipes exactamente de eso, de lo mucho que pesa la ira que se alimenta con el paso del tiempo.  De mano de unos personajes muy bien perfilados, vamos a ir adentrándonos en los secretos que les acechan.  Poco más puedo añadir respecto al argumento de esta novela, ya que tiraría por tierra todo el entramado de esta serie, bastante complejo y muy bien hilado, y resultaría aberrante por mi parte poder pecar de spoilear la obra.

Como punto anecdótico añadiré que se puede percibir durante su lectura un par de guiños a Mikel Santiago, que no solo comparte con Adrián la escritura sino que además ambos son portugalujos (nacidos en la misma localidad, Portugalete); se percibe un ligero reconocimiento apreciativo a su obra.

Si eres amante de una lectura entretenida y muy bien estructurada que no te da tregua a pararte  a pensar, te recomiendo “El peso de la ira”. Por mi parte, y a pesar de que me ha gustado más de lo que esperaba, vuelvo a recomendarte también “La venganza esquiva”, que es magistral. (LINK AQUÍ)


"Quizá a veces es silencio es la opción más razonable."

Venganza, ira,… Veremos qué nos depara este autor para su tercera novela.

27 de noviembre de 2018

"LA SOLEDAD DE UN CUERPO ACOSTUMBRADO A LA HERIDA" (Elvira Sastre)

noviembre 27, 2018 49


Flechazo es lo que sentí al ver "La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida" en la biblioteca. Captó mi atención, leí el primer fragmento y pensé que Elvira Sastre venía conmigo a mi casa de puño, letra y voz, ya que además esta edición de Visor Libros  incluye un CD con sus poemas recitados de "su viva voz". Estas son mis impresiones.



Antes aborrecía la poesía, porque todo poemario con que me topaba me resultaba denso, de difícil comprensión; de ahí que con el descubrimiento de la poesía contemporánea o prosa poética me fui sintiendo cómoda, entendiendo lo que leía y empatizando con muchos de los poemas que leía. De un tiempo a esta parte también se ha convertido en uno de mis géneros de cabecera, aunque sigue prevaleciendo la novela.


"(...) No vuela quien tiene alas
sino quien tiene un cielo."

Con esta lectura he paseado de la mano de Sastre por la soledad, el dolor, la angustia, el recuerdo, el desamor, la ruptura, las cicatrices que se cierran y las que no,  de una forma muy cuidada, respetuosa, delicada, al mismo tiempo que si consigues mimetizarte con su prosa, sientes cómo tu alma se desgarra con la suya. No puedo decir mucho más porque pienso que la poesía depende de los sentimientos del lector, de sus sensaciones, del momento y la circunstancia en la que uno se adentre en estas letras; solo puedo decir que me ha gustado muchísimo, y os aconsejaría que le dieseis una oportunidad.

Insisto, la poesía no es para cualquiera ni todas lo son; yo he leído muchas que no me han hecho vibrar, que no me han transmitido lo que esperaba. Esta vez sí he sentido de una forma muy vívida la soledad de un cuerpo que vive acostumbrado a la herida. Son poquitas páginas, de las que he anotado muchos fragmentos, pero os comparto este texto para abrir boca y veáis lo que podéis encontrar.


"Que tus intentos de quebrarme el paso
sólo consiguieron hacerme pisar más fuerte,
y cuanto más lejos te colocas
más cerca estoy de mí misma.

Que quisiste taparme los ojos 
y hundirme,
pero mi mirada está más cerca del mar
que de tu suelo.
Y te lo repito:
soy libre.

Que sólo aquel que entiende mi silencio
merece mi palabra,
y tú hace tiempo que dejaste de comprender
que la diferencia entre un hogar
y un sitio al que volver
sólo es una puerta abierta.
Tu puerta cerrada
es la entrada de mi casa.

Que quisiste quitarme todo 
y te quedaste sin mí.

Que mi risa fue tu risa
y nuestras lágrimas fueron una,
pero dejaron de hablar el mismo idioma
cuando tus carcajadas
fueron balas contra mi pena,
cuando tu tristeza
arremetió ahogada contra mi alegría."



26 de noviembre de 2018

Empatía con el personaje

noviembre 26, 2018 25

Desde tiempos inmemorables, todo lector busca tener afinidad con los personajes con que se topa en un libro. No sé a vosotros, pero me encuentro muchas veces con opiniones, generalmente juveniles, en las que se expresa que si el protagonista no actúa como esperas ya no te cae bien y por consiguiente, crea una falta de empatía. Esta es mi reflexión de hoy.


Entiendo que es costoso empatizar con alguien que te presenta una situación que para tu caso personal resulta inaudita, incomprensible, incluso puede que sea ficticia, que no te parezca creíble.  Mi pregunta es: Si un protagonista no gestiona sus emociones como lo harías tú, desencadena en que no te caiga bien y entonces, ¿ ya el libro no te gusta? ¿Pierde garra por no actuar como esperas? 

No me refiero a novelas distópicas en sí mismas, donde justamente lo que se busca es discernir sobre lo correcto o incorrecto; mi pregunta es concerniente a cualquier estilo o género. 

Tengo dos teorías, que os explico a continuación; por un lado, creo que la magia de la literatura es que te permite recorrer otros pensamientos, viajar por otros lugares y adentrarse en mentes desconocidas (siempre y cuando los personajes estén correctamente perfilados, claro) ; y por otra parte, sí me ha ocurrido haber leído una novela en la que hubiera pegado un puñetazo a uno o varios protagonistas.

¿Os ha ocurrido? ¿Cuál es vuestra opinión al respecto? 
Me encantaría conocerla y comparar impresiones.

23 de noviembre de 2018

" NOSOTROS EN LA NOCHE " (Kent Haruf)

noviembre 23, 2018 41


Hay libros que según los hojeas y lees un fragmento por aquí, y una frase por allá, ya te transmiten un torbellino de emociones. Esto es lo que me sucedió con "Nosotros en la noche", mi primera y única incursión en la pluma de Kent Haruf (aunque repetiré), y editado por Random House. Hoy, dos años después de su lectura, aún la melancolía me sacude el cuerpo.



Louis y Addie llevan toda la vida siendo vecinos en la misma localidad de Colorado y tienen algo muy importante en común, ambos son viudos. Su día a día se rige por la más absoluta rutina y costumbrismo, salpicada de una profunda soledad. Addie, una mujer decidida y de ideas contundentes, no termina de acostumbrarse a esa situación y de una manera muy natural, acude a casa de Louis y le propone que al anochecer vaya a su casa a hablar y así, no sentirse tan solos ninguno de los dos. Profundamente sorprendido, Louis decide acudir a esas citas y probar qué tal se da esta iniciativa.

"¿Crees que elegiría a cualquiera? ¿Que sólo busco a alguien que me dé calor por la noche? ¿Un viejo cualquiera con quien charlar?"

Poquito a poco se van descubriendo, y mediante conversaciones que derivan en confesiones van compartiendo sus temores e inquietudes y se va abriendo un canal hacia la faceta más íntima de cada uno. Aunque un tanto extraños al principio, parece que les hace bien y deciden dejarse llevar e ir adaptándose el uno al otro.

Este un libro sobre las segundas oportunidades, sobre el amor en la tercera edad, que rompe valores obsoletos y prejuicios y provoca en el lector un maremágnum de sensaciones. Esta pareja es adorable y entrañable, y la empatía por ellos sale a flote ya desde las primeras páginas. Es una historia breve, narrada en muy poquitas páginas, donde lo bello se entremezcla con lo puro, recogida en una prosa muy cálida y respetuosa; es un texto tierno y delicado pero sin adornos. La única meta es combatir la soledad acechante sin pasarse a analizar en el proceso; al fin y al cabo, a ciertas edades uno no está para perder el tiempo sino para aprovecharlo.

"Se trata de decidir ser libres. Incluso a nuestra edad."

Os aconsejo leerlo sin dudar ya que es tremendamente reflexivo y deja residuo en el alma;  y a posteriori, si os apetece, ver su adaptación en Netflix, interpretada por Robert Reford y Jane Fonda que, aunque actúan estupendamente y es bastante fiel al libro, os garantizo que la lectura la supera con creces.






21 de noviembre de 2018

"TAMBIÉN ESTO PASARÁ" (MIlena Busquets)

noviembre 21, 2018 43

De paseito por la biblioteca me topé con "También esto pasará" de Milena Busquets, un título al que ya había echado el ojo previamente pero no me había parado a leer la sinopsis. Anagrama es uno de mis sellos editoriales de cabecera, por lo que no dudé y me lo traje a casa. Os cuento mis impresiones.


"Todos tenemos paraísos perdidos en los que nunca hemos estado."



Partamos de la base de que adoro la novela intimista. Ese profundizar en los sentimientos de los personajes me hace reflexionar sobre los míos propios e incluso me ayuda en ocasiones a poder valorar sensaciones que, hasta ese momento, no sabía cómo catalogar. Aquí la protagonista es Blanca, una mujer catalana de cuarenta años que acaba de perder a su madre - enterrada en Cadaqués - y que ahora mismo vive su momento de duelo porque todo le recuerda a ella. Gran parte de la narración viene en primera persona, absolutamente enfocada a su madre; como si aún siguiese viva y conversase con ella. Hasta aquí se podría decir que perfectamente estamos ahondando en lo maś íntimo de Blanca quien, por cierto, es muy carismática y tiene un perfil psicológico de lo más variopinto y, seguramente, maxificado por la desubicación de la ausencia de ese pilar tan importante.

" Siempre he pensado que los que dicen "te quiero mucho", en realidad te quieren poco, o tal vez por timidez añaden el <<mucho>> , que en este caso significa <<poco>>, por timidez o por miedo a la contundencia de <<te quiero>>. El <<mucho>> hace que el <<te quiero>> se convierta en algo apto para todos los públicos, cuando en realidad, casi nunca lo es. "


Unas treinta o cuarenta páginas después la novela emite un giro brutal y pasamos a adentrarnos en un chicklit puro y duro, en el que a pesar de su edad, las conversaciones con sus amigas son una clara muestra de inmadurez. Deciden emprender un viaje a Cadaqués para estar unos días juntos, además de parejas, los dos hijos de Blanca, sus dos exmaridos, etc., quienes intentan animarla a base de juerga y rock & roll. Ni siquiera se puede valorar de manera distópica porque su comportamiento es del todo inadmisible estando sus hijos bajo su protección, y donde su máxima es el sexo por encima de todo. Se puede entender el sexo como refugio en ese estado emocional, pero no de una manera tan  enfermiza y desesperada, al más puro estilo "Sexo en Nueva York" en el que, al menos,  ya el mismo título recoge lo que puedes encontrar entre sus páginas.

Decir que esta lectura ha sido decepcionante es quedarme corta, así que añadiré que me ha resultado una tomadura de pelo, o quizá sea que no he llegado a entender cuál es el mensaje que se quería volcar en el lector. Por mi parte, siento no poder recomendarla porque hay libros mucho más interesantes que leer y no animo a nadie a que pierda su tiempo.


20 de noviembre de 2018

"Molestia aparte"

noviembre 20, 2018 24

Ya os he contado en alguna otra ocasión que me supera el sonido del teclado del móvil al escribir, pero no es lo único que me molesta. Me pone muy nerviosa la gente que tararea o silba en todo momento, quien habla solo y la gente que cuenta en alto o narra lo que está haciendo. Me altera sobremanera quien aprieta el pulsador de un bolígrafo de manera compulsiva, patológica, porque rompe mi karma, mi centro de silencio; y ni qué decir tiene quien masca chicle con la boca abierta.; me irrita.




Esto se denomina misofonía, por cierto. Descubrí esta palabreja en una lectura, lo he buscado en google y dice así:

¿Qué es la misofonía?

La misofonía, que significa "odio al sonido", es descrita como una alteración mental que ocurre cuando sonidos cotidianos de baja intensidad producen demasiado malestar. El hecho de oír cómo alguien mastica, el sonido de un bolígrafo deslizándose sobre el papel o el que emiten ciertas personas que llevan suelas de goma cuando caminan sobre una superficie lisa puede llegar a ser una tortura para las personas con alguna forma de misofonía, ya que tienen muy poca tolerancia ante cierto tipo de estímulos auditivos.
Así pues, allí donde hay misofonía hay un umbral de tolerancia demasiado bajo ante ciertos ruidos de baja intensidad, lo cual hace que estos desencadenen un estado de estrés, rabia y fuerte malestar en la persona que la experimenta, dependiendo del tipo de ruido al que le tenga aversión: el ruido al masticar, los carraspeos de una persona que se aclara la garganta, etc.
(Fuente: www.psicologiaymente.com)

Imagino -o quiero pensar - que muchas cosas se hacen de manera inconsciente (¿o se hace adrede? ) sin darse cuenta de que molesta al que tienes a tu lado. Porque los que tenemos la malsana costumbre de hablar únicamente cuando tenemos quien nos vaya a escuchar , si de manera automática oímos que alguien habla alrededor, intercedemos :

- "Dime, perdona". 
- "No, es que estaba hablando sol@".

 ¡Fantásticooooo!



Eso sucede las dos primeras veces; la tercera, ya con un retintín de malas pulgas y un tonillo un tanto chulesco, preguntas:

- ¿Me estás hablando a mí?
- Ah, no, es que estaba hablando solo.

Y piensas, arrgggg, la próxima vez que hables solo espero que te respondas a ti mismo, porque no pienso contestarte..... (cara de enfado mayúsculo) ¡Ojo!, y dicen que es sanísimo para la mente, por lo que  quizá esto sea una consecuencia más derivada de mi constante desequilibrio .... ¡Y una porra! ¿Es necesario hablar solo en alto? ¿No se puede hablar en "mute" con uno mismo? ¿No es igual de sano?

Sin embargo, eso no es lo peor, no no no, es que además lo hagan en un tono de susurro casi imperceptible para el ser humano pero perfectamente audible para tu tímpano, que se alerta con una mosca. Uuuuuffffff. Esto os confieso que fomenta mi instinto de homicidio en primer grado.

Que sí, que todos venimos con nuestras taras de serie, y es más fácil ver la paja en el  ojo ajeno, pero compartirlo en modo silencioso, solo a golpe de tecla, no creo que vaya a suponer un disgusto para nadie. ¿O sí?  Si la definición que he compartido es correcta, creo que tengo que tratarme, no solo de desequilibrada, sino también de misófona. 

¿Qué os molesta tanto tanto tanto a vosotros de la gente que os rodea que os saca de vuestras casillas?
¡Contadme!



15 de noviembre de 2018

"LA LLUVIA ANTES DE CAER" (Jonathan Coe)

noviembre 15, 2018 47

Mis lecturas se adaptan a la estación del año en curso; así como en verano tiendo a escoger lecturas frescas y mucho thriller, en otoño me apetecen tramas más lentas, incluso más nostálgicas, con las que poder disfrutar bajo la manta. Esto fue lo que hizo que me decantase por "La lluvia antes de caer" de Jonathan Coe, que tenía pendiente en digital desde hacía bastante tiempo. Es raro que no compre un Anagrama en papel, pero al ser la primera incursión en la pluma de Coe, no sabía si iba a ser un acierto o no. Aquí os cuento qué me ha parecido.



Nos encontramos en Oxfordshire con la familia formada por Gill, Stephen y sus dos hijas, Elizabeth y Catharine. Gill acaba de conocer que su tía Rosamond ha fallecido, una mujer soltera y sin hijos que a sus 73 años el corazón no le dio más tregua. Los responsables de compartir la herencia y hacerse cargo de las pertenencias de la difunta son sus sobrinos, Gill y David. Deciden subastarlas, pero al llegar a su casa la sorpresa es mayúscula, ya que se encuentran con varios álbumes de fotos, un retrato, cajas con diapositivas, una grabadora, un micrófono, y cuatro estuches de cassettes perfectamente ordenados y numerados, a excepción de un estuche vacío en el que solo hay una nota:

"Gill, 
son para Imogen.
Si no la encuentras,
escúchalas tú."


El retrato al óleo que descubren en casa de la tía Rosamond es justamente de Imogen. Gill hace memoria y la recuerda como una niña de siete años, ciega, y  a la que le presentaron en el cumpleaños de su tía como una prima lejana, y de la que no supo nunca más. Intentar localizarla para hacerle entrega de todo el material, sin éxito, por lo que decide escuchar las cintas junto con sus hijas .

"Resultaba muy fácil cortar todos los lazos y quemar todos los puentes."

A viva voz, Rosamond nos conducirá hacia su pasado e irá describiendo algunas fotos, a fin de que Imogen pueda imaginarlas y llegar a entender una serie de secretos que ella desconocía. Es en ese momento en el que comenzará a hablarle de Beatrix, su prima - hija de la tía Ivy -, y nos hará partícipes de su infancia y a contar toda esta historia, entretejiendo una nueva trama. A lo largo de veinte fotos irá desvelando lo que se ve en ellas y todo lo que conlleva.

¿Dónde está Imogen? ¿Quién es? ¿Conseguirán finalmente encontrarla?

Esta es la premisa con la que partimos y el mayor misterio al que nos enfrentamos con la lectura de "La lluvia antes de caer". La trama principal no es la de Gill, sino la de Rosamond, Imogen y Beatrix,  siendo esta una de las grandes estrategias del autor, quien mantiene al lector en vilo de principio a fin. El peso del pasado es infinitamente más extenso que el presente, que sirve únicamente para que quien tenga el libro en sus manos tome asiento y despegue en esta aventura. El relato es precioso, encoge el estómago y lo mejor de todo, es absolutamente impredecible.

" La vida solo empieza a tener sentido cuando te das cuenta de que a veces (muchas veces, casi siempre) dos ideas totalmente contradictorias pueden ser ciertas."

Si buscas un libro con el que deleitarte a un ritmo suave pero apremiante, y que se ha convertido en una de mis mejores lecturas de este año, sin duda, te recomiendo entrar en el cielo de Coe y descubrir a qué huele la lluvia antes de caer.

"No hace falta que algo sea de verdad para hacerte feliz".


14 de noviembre de 2018

Búsqueda constante

noviembre 14, 2018 27

Servidora, como asidua buscadora de mi equilibrio (ya que el desequilibrio viene de serie),  he ido analizando parte por parte de lo que necesito en mi vida, que no es poco, y es que  busco el silencio, la paz, mi bienestar, que me salgan las posturas de yoga, tiempo para leer y reseñar sin prisas, para socializar, y varios, es decir, soy una gran aspirante de momentos.  



En realidad todo en su conjunto es claramente mi ansiado equilibrio, es más, que continuando con mi reflexión me he percatado de que la vida es una continua búsqueda de algo que no tenemos o queremos alcanzar; siempre buscando, siempre reflexionando, investigando, intentando mejorar, cambiar algo que nos convierta en mejores personas, etc. En definitiva, aprendiendo y desaprendiendo a fin de encontrar una estabilidad emocional general.


Algunas veces la búsqueda de determinadas máximas se convierte en espera; una búsqueda constante que cuando no da frutos, termina por agotar física y mentalmente. De lo primero es mucho más sencillo recuperarse, pero de lo siguiente....  a veces crea cicatrices profundas, las del alma, esas que destrozan hasta desgarrar.

¿Es siempre la vida una lucha continua por alcanzar metas? 

¿Y qué sucede cuando las realmente importantes  no nos dan tregua?