"LA CIUDAD DE LA LLUVIA" (Alfonso del Río)
buscandomiequilibrio
agosto 23, 2018
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¿Quién puede resistirse a una novela en la que parte de la ambientación se desarrolla en tu ciudad? Un flechazo fue lo que me ocurrió con "La ciudad de la lluvia" de Alfonso del Río, bajo la editorial Destino. Escribo la reseña en Bilbao, y las palabras fluyen como la lluvia que ahora mismo atenaza la calle, a pesar de ser agosto. Hoy os cuento mis impresiones sobre este libro.
En primer lugar, partamos de la base de que es la primera incursión de Del Río en el mundo de la escritura, ya que su vocación es la abogacía. Sin embargo, la literatura no entiende de oficios y quien tiene algo que contar, ha de hacerlo. Llevaba años con la idea de esta historia en la cabeza hasta que tres años atrás retomó el tema, dando lugar a "La ciudad de la lluvia".
" El tiempo, a veces, desdibuja los recuerdos."
La línea argumental gira en torno a Alain Lara, un prometedor jugador del Athletic Club Bilbao, quien vive con su abuelo, el también ex-jugador del equipo, Rodrigo Lezo. Ambos, a pesar de no tener más familia, tienen una peculiar relación, muy sostenida, a pesar de ser parcos en palabras y en expresión de sentimientos. Hay lazos que no hace falta definir ni expresar para que sean igualmente consistentes. Por otra parte, tenemos a María Aberasturi, abogada e hijo del conocido empresario Ignacio Aberasturi. Por circunstancias que no vamos a desvelar para no spoilear a nadie, su destino se cruzará y tendrán que unirse para averiguar porqué sus familias se han visto rotas, y eso nos lleve a destapar otra subtrama que se dará en Berlín.
Son dos líneas temporales las que se van a entremezclar: una, en ese Berlín entre 1939-1941, época en la que la Operación Barbarroja comenzaba, de mano de Adolf Hitler, como plan para invadir la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí aparecerá un personaje clave, "El Extranjero", que conectará la siguiente etapa, el Bilbao de 1983, año en el que las inundaciones asolaron y destrozaron parte de la ciudad (cuando nací yo, dicho sea de paso). El autor nos irá haciendo incursiones en ambas etapas de manera intermitente, motivo por lo que los hilos se van tejiendo por sí mismos y la lectura comienza a convertirse en absorbente. Aunque realmente comenzamos en Bilbao en 1970 y saltamos al París de 1939, son las épocas mencionadas en las que se concentra lo más destacable.
"Los días se suceden. Las semanas pasan. Los años vuelan. Y la rutina es peligrosa. Acorta la sensación del transcurrir del tiempo. Cuando te quieres dar cuenta, las decisiones importantes sobre la dirección que ha de tomar tu vida están caducas. Quizá no puedes tomarlas ya, o no te quedan fuerzas para afrontarlas. O peor... crees que ya no son tan importantes."
Otro de los protagonistas será David Schaffer, un abogado que en sus inicios trabaja con María, y que con su ambición comenzó a despuntar, convirtiéndose en todo un maestro del Derecho y en un personaje muy reconocido en Bilbao. En el libro tiene su propia voz y nos irá relatando a modo de diario su perspectiva. Entre David y María tenían además otros vínculos un tanto deshechos que a lo largo de la novela se van a ir tensando algo más. Schaffer y Lara también tendrán que colaborar en ciertas investigaciones, una tarea un tanto excesiva teniendo en cuenta que se repelen. Personajes como Andoni Zubizarreta y Vicente del Bosque también tienen cabida en la narración que Alfonso pone ante nuestros ojos, y un Iñaki Azkuna (anterior alcalde de Bilbao), que también aparecerá entre estas páginas muy bien definido como trabajador de Osakidetza (Sanidad), que realmente desempeñaba antes de pasar a formar parte de la alcaldía del Ayuntamiento. Confieso que siempre le tuve un cariño especial y me emocionó que formase parte del argumento, como un pequeño homenaje a lo que hizo por esta ciudad.
"He renunciado a mi honor. He renunciado a mi pasado. He renunciado a mi futuro. Y he renunciado a mi cuerpo. Cuando sacrificas todo eso por alguien que amas, ¿en qué te conviertes? No sé si soy una amante sacrificada o una esclava que ha vendido su alma."
Confesiones y empatías al margen, creo que la estrella del libro es "El Extranjero". Me encanta la posición que ocupa, el misterio que le rodea y cómo se desenvuelve. Toda la conexión entre los dos lugares que comparten algo más que la "b" inicial y las subtramas que se van entrelazando, confiere a este thriller una novela muy entretenida, que se lee en un par de tardes y no puedes soltar.
Hay algún pero. Ciertas palabras muy repetidas a lo largo de las páginas, y algunas escenas un poco manidas o incluso bastante "peliculeras" le quitan algo de realidad a una historia, que aun siendo ficción, parecería muy creíble omitiendo estas cositas. Por lo demás, no tengo ninguna objeción. Tenía las expectativas altísimas por lo que supone para mí leer algo de mi ciudad, de mis calles, de mi equipo de fútbol, y reconozco que la ambientación es muy buena y el viaje es maravilloso, y aunque me ha gustado, me han sobrado esas cositas que os mencionaba.
"Es mentira que si haces las cosas bien, el destino te premia con cosas buenas. Es mentira. En la vida te tocan unas cartas. Pueden ser buenas o malas. Y no importa si ganas o no la partida, lo importante es el rendimiento que saques de ellas. Yo no sé cómo he jugado. Pero lo que sí sé es que me han tocado las peores cartas del mundo. "
En resumen, una novela super recomendable para estos meses veraniegos (o lo que queda de ellos), porque merece su disfrute.