30 de julio de 2018

" EL HOMBRE QUE PERSEGUÍA SU SOMBRA " (David Lagercrantz)


"Era como si de repente el mundo se hubiese convertido en un lugar peor."


Una de las sagas que más me han entretenido ha sido la de Millenium, escrita por Stieg Larson y publicada a título póstumo hasta la cuarta entrega, "Lo que no te mata te hace más fuerte", continuada e ideada por David Lagercrantz y editada como siempre, con Destino. Hoy os traigo mis impresiones sobre Millenium V: "El hombre que perseguía su sombra".


Comenzamos con Lisbeth Salander, quien se halla en la cárcel de Flodberga. Fiel a su carácter, intenta pasar inadvertida hasta que se mete en problemas por defender a una de sus compañeras, Faria Kazi, una preciosa joven de Bangladesh. Faria está acosada por Benito y su banda; Benito acaba ingresada en el hospital por una aparente lucha con Alvar Olsen -funcionario de prisiones- A partir de aquí, la trama empieza a entrelazarse y complicarse. Nuevamente será Annika, su abogada -también hermana de Mikael Blomkvist -  quien la defenderá, pero no solo a ella sino también a Kazi.

"Son muchos los que echan de menos a alguien."

Mikael sigue yendo con asiduidad a visitar a Lisbeth al centro penitenciario así como Holger Palmgren (su tutor legal), quien le cuenta a Lisbeth que ha recibido unos documentos  sobre su infancia, en relación a los abusos que recibió, por lo que Lisbeth acude a Blomkvist para que haga ciertas averiguaciones. Se abre también la caja de pandora respecto a Faria y su familia, quienes suponen un entorpecimiento porque tienen perspectivas diferentes respecto a la religión y la vida en general. Y también contaremos con Hilda von Kanterborg, una mujer implicada en algo conocido como "Proyecto 9", en relación a un grupo de niños que vivían en casas de acogida. Aquí se abrirá una nueva subtrama, que continúa en la segunda parte del libro, donde descubriremos a unos gemelos -Leo y Daniel- que nos destaparán un gran secreto y a Rakel Greitz, psicoanalista y psiquiatra, responsable de parte de lo transcurrido en la vida de Lisbeth, entre otros.

"Incluso para las suposiciones erróneas buscamos explicaciones que nos parecen aclaradoras."

Trama y subtramas se van hilando alrededor de una Salander en su versión más madura, defensora de las mujeres por encima de todo pero desde una posición actual algo más relajada. El argumento es original, inteligente y tergiversado, muy al estilo Millenium, pero lo cierto es que el ritmo narrativo decae respecto a los cuatro títulos anteriores. Es bastante lineal y no aparecen casi giros que hagan sobresaltarse.  Es entretenido y se va sobrellevando hasta que llega el final, en el que Lagercrantz lo deja abierto a todas luces, enfocado quizá para Millenium VI, pero me ha resultado tan abrupto que me ha parecido una tomadura de pelo. Creo que mejoraría leyéndose en una hamaca en la piscina y con un mojito en la otra mano.




27 de julio de 2018

Machismo: ¿Se puede reeducar?


Hay pocas cosas que me producen más irascibilidad que el machismo. Venga, seré sincera, me hace saltar a la yugular de quien tenga en frente y lo defienda. Me refiero al típico personaje de "macho ibérico". Está desfasado, señores, no se lleva. En un entorno grupal es muy fácil reconocerlo porque suele hacer comentarios misóginos, xenófobos, homófobos, etc, además de machistas, por supuesto, y tiene una clara tendencia a la disciplina militar y/o dictadura. También es cierto que la mayor parte de los de su especie tienen unos limitados conocimientos de todo en general, por eso de que la ignorancia es la madre del atrevimiento y tal, aunque últimamente me veo sorprendida porque sí los hay con muy buenos estudios y se mimetizan muy bien con el ambiente, jugando al despiste. Ojo con estos, que los de doble filo son incluso mucho más peligrosos.

En una época en las que las mujeres (y algunos hombres que piensan como nosotras, gracias a Dios) estamos hastiadas, saturadas e indefensas de tener que luchar contra este tipo de personas y contra la "justicia" de este país , nos quejamos, reinvidicamos, nos manifestamos y gritamos. Yo creo y confío en que todo pasa por la fase de Reeducar, Reinstruir y demostrar que ese patrón de conducta machista está fuera de lugar y es absolutamente ridículo. Ahora bien, ¿qué hacemos con la mujer machista? Porque esto es alarmante...  Comprendo que hay un porcentaje de mujer tradicional de no fácil adaptación a los cambios, pero señoras, las personas evolucionamos y como mujeres, progresamos a pasos agigantados. Hemos sacado las garras toda la vida, sí, pero si podíamos votar podíamos trabajar, y a día de hoy nosotras elegimos, a quién votar, si queremos trabajar, en resumen, qué camino va  a llevar nuestra vida; es más, orientarla hacia un lado y cambiar el rumbo tantas veces consideremos necesario. Estoy harta y cansada de tener que justificar o argumentar si tal está casada o cual tiene hijos, si sale de copas con sus amigas o se pone una minifalda. No hace falta hablar de manera despectiva o con ira en los ojos; aburren muchísimo algunas frases del tipo de: "Es que no tienen hijos ni nada", "no están casados ni nada", "es piloto de avión y el pobre marido se hace cargo de los niños", "normal que se vaya con otra", "es que ella cobra como él", etc. ¿Ni nada? ¿En serio? ¿Es obligatorio para poder sentirse realizada como persona tener que seguir la tradición de años pasados incluso estando obsoleta? Seguro que como yo, algunas tendréis los tímpanos abrasados de escuchar toda esta bazofia. Las lenguas cargadas con veneno y la facilidad para las críticas -no constructivas- entre nosotras daría para otro post, pero no es a lo que quería referirme concretamente.

El machista me exaspera pero la machista me hace rabiar. Nos tenemos que defender entre nosotras. SOMOS LIBRES, que no se le olvide a nadie. Así que a estos hombres y mujeres habría que sentaros delante de  un pupitre a darles clase de adiestramiento, por un lado, y de sociedad y respeto, por otro, para que quede claro que estamos en el siglo XXI y es necesaria la igualdad. Que cada cual haga lo que le dé la gana, pero sin herir a nadie.

He dicho.


26 de julio de 2018

"TODOS LOS VERANOS DEL MUNDO" (Mónica Gutiérrez)


"Hace tiempo que el silencio se ha vuelto demasiado espeso a mi alrededor como para que mis gritos de socorro puedan atravesarlo."

Hay veces que la suerte te acompaña; para muestra, un botón. Inquililinas Netherfield organizaron un sorteo en su blog de "Todos los veranos del mundo" de Mónica Gutiérrez (Serendipia, para los compañeros), recién publicada por Roca editorial y chinííííín, ¡fui una de las ganadoras! Os cuento, os cuento.



En primer lugar, tengo casi todos los títulos de Mónica en formato digital pero por unas cosas y por otras, se iban colando en la lista otros libros y aún no me había estrenado con su pluma. Teniendo en cuenta que no soy muy asidua al feelgood, he de confesar que he terminado el libro encantada, con una sensación de "calm vibes" que, si es la finalidad del feelgood, está más que conseguido. Mi sensación lectora es de feelveryveryverygood. Que sí, que me enrollo, así que os cuento el argumento.

Nuestra prota principal es Helena, una abogada barcelonesa que está a punto de casarse con Jofre, juez. Han decidido celebrar su enlace en una ceremonia íntima en Serralles, donde está la casa familiar. Desde que uno de sus integrases faltase no se ha acercado por allí, por lo que el nudo que tiene en la garganta al reencontrarse con su madre y sus hermanos la tiene asfixiada. Espera sobrevivir y salir airosa con su estancia allí. 

"No deberíamos magnificar los recuerdos que tenemos de aquellos que ya no están porque corremos el riesgo de engañarnos hasta pensar que solo entonces fuimos felices, que solo aquellas personas nos amaban , nos comprendían  y nos hacían sentir bien. Porque no es cierto."

El comienzo es bastante complicado para ella, adaptarse a estar en el lugar donde antes pasaba todos los veranos de su vida, retomar el contacto con su madre y su hermana Silvia es lo que le quita el aire. Poco a poco y según se vayan sucediendo los días, comienza a soltar tensión, a dormir mejor, a relacionarse más, y en uno de sus paseos a los comercios del pueblo, se topa con Marc, su amigo de la infancia. Esto trastocará su programada vida y sus planes a corto plazo.

El pueblo tiene un encanto especial y aún lo supera cuando encuentra una pequeña librería nueva, cuyo propietario, Jonatan,  es un peculiar extranjero con un gusto poco convencional en literatura y Helena queda enamorada completamente del lugar. Entabla amistad con él, cumplirán su ritual del té de tarde mientras charlan de literatura y donde ella encontrará absolutos tesoros literarios. Llevará también a visitar la librería a su hermano Xavier, escritor de bestsellers bastante conocio, con quien comparte, como todos nosotros, el amor por las letras.

En general, insisto, y teniendo en cuenta que no soy una ferviente seguidora de este género literario, el libro me ha gustado mucho. Mónica escribe muy bien, de una manera fluida que me ha hecho añorar mis veranos en la casa familiar, y crea un vínculo de empatía con los personajes que es imposible no vivir. La ambientación es estupenda, ya que percibes claramente el olor de las flores, el ruido del agua del río, vives los paisajes con intensidad.... La descripción es muy acertada.

¿Qué decir de la pincelada metaliteraria? Pura mimetización. Yo también querría descubrir esa librería y perderme en ella. El guiño además a grandes autores es un regalo, aunque destaca "Peter Pan". ¿Quién no ha soñado con ser Wendy?

"Quiero dejar de ser tantas cosas a la vez para convertirme solo en una: una mujer con un libro abierto entre las manos, solo eso."

Es el momento perfecto para leerlo, el verano, donde todo ya ha florecido y donde una misma puede reflexionar, reordenarse y replantearse si la vida que lleva es realmente la que le hace feliz. La evolución de Helena desde el primer capítulo hasta el último es muy alentador y realmente reconforta. Ni qué decir tiene que el lazo familiar es envidiable.

"No importa lo lejos que corras a esconderte, la vida acaba por encontrarte."

Lo he leído en dos ratos, ni 24 horas me ha durado, ¿y no vas a llevártelo en tu maleta de vacaciones?


25 de julio de 2018

"CLON DE KANT" (Miguel Noguera)


El libro de hoy viene de recomendación directa de mi librero: "el último que he recibido de Blackie Books", así que como soy muy obediente, "Clon de Kant" de Miguel Noguera ha sido una de mis lecturas recientes. Os cuento qué me ha parecido.



En primer lugar, me siento muy orgullosa de mí misma; creo que estoy ampliando mis horizontes lectores poco a poco. Quién iba a decirme tiempo atrás que me iban a gustar tantísimo los libros ilustrados.... y "Clon de Kant" es uno de ellos. Con esa portada llamativa y chulesca, lo que vamos a encontrar entre sus páginas no se queda atrás: muchísimos dibujos  a lápiz con un trazo certero, principalmente, aunque también hay unas cuantas viñetas creadas por Noguera, formando cómic.

Este libro es una aventura, uno de los libros más originales y auténticos con los que me he topado hace poco. Tiene muchísimas cosas divertidas a la par que hay una clarísima reinvidación de la sociedad y la "justicia" del país, pero creado con un arte indudable. Lo que más me ha gustado es el punto desequilibrado que tiene el autor (ya sabéis que son mi perdición, por similitud de espíritu).

No hay una argumentación nítida porque hay mucho y de todo. Se aprecia en la obra del escritor canario una clarísima incisión a sus profesiones, y lo remarco en plural porque es humorista, dibujante, cantante y escritor. Ahí es nada, para los que se quejen del pluriempleo.

No se me ocurre otra manera de enfocar esta reseña que desde un punto sardónico, de este mago de la ilustración que comparte, por supuesto, la misma filosofía de Kant.

Y sin extenderme más, pasen y vean.




24 de julio de 2018

"EL REGRESO" (Alberto Manguel)


Hay libros en los que no te fijarías a no ser que alguien te dijese, léelo. Esto es lo que me ha ocurrido con "El regreso" del argentino Alberto Manguel, quien publicase su obra en 2007 con Bruguera y ahora es reeditado por Navona en su colección "Impactos".


Arrancamos motores con Néstor Fábris, un ex militante político argentino residente en Roma, que regresa a su país tras treinta años de ausencia para asistir al casamiento de su ahijado, al que no conoce. Según aterriza en Buenos Aires, se percata de que se siente un absoluto desconocido. Toma un taxi y va de camino a su hotel, un hotel en el que no tiene reserva alguna, así que mientras la arreglan una habitación para él y así poder hacer el check-in, decide darse un paseo por su ciudad y al doblar la esquina, se topa con su pasado. Reencuentra un Buenos Aires que ama y al mismo tiempo le resulta ajeno; sus antiguos amigos, con los que tenía un vínculo especial, ahora le hacen sentir que está fuera de lugar. Incluso tiene que darles explicaciones de por qué se marchó, por qué los abandonó, percatándose de los errores que cometió.

"Yo alguna vez imaginé un guion en el que el tiempo se acababa. Era la historia de un hombre a quien la muerte acecha. (...) Yo siempre creí que el único héroe válido era un héroe  en grupo, como quien dice, nunca el héroe individual, el héroe solo."

En un trasfondo onírico Manguel nos acerca una lectura muy inteligente en relación a los recuerdos y a las malas decisiones, el pasado que atormenta y nunca nos abandona. Nos hallaremos en una alegoría y como tal, el libro es peculiar y muy raro. El relato no alcanza las cien páginas, así que no quiero destripar nada más.

"Para nosotros  el tiempo es ese momento cortito que acabamos de vivir, ayer. Para los pibes, el tiempo es lo que queda por recorrer, que parece siempre el trecho más largo (...) A ustedes les alienta el deseo de una fama que alguna mañana merecerán, las guerras que alguna tarde piensan que tendrán que entrablar, las labores que alguna noche podrán acometer o rechazar."

Confieso que no me he sentido especialmente cómoda mientras lo estaba leyendo, ya que el escritor crea confusión y sin embargo, un par de días después me ha hecho reflexionar, es decir, lo que mi amiga catalogaría como un "libro con poso". El tiempo no tiene vuelta atrás y el pasado es inalcanzable; no hay reset posible.

Este es el motivo por el que lo recomiendo aunque no creo que sea para todos los lectores. No es un pageturner sino que implica esfuerzo en su comprensión y a veces preferimos algo que no nos haga pensar en exceso. Si te atreves, ¡Adelante!



23 de julio de 2018

"EL QUINTETO DE NAGASAKI" (Aki Shimazaki)


" Hay crueldades que no se olvidan nunca. En mi caso, no es la guerra ni la bomba atómica."

Otra recomendación de mi librero es "El quinteto de Nagasaki" de la escritora japonesa Aki Shimazaki. Bajo el sello de Lumen, no solo partimos de una portada pulcra y sugerente, al más típico estilo japonés, sino que dentro se recoge una historia muy bella. Estas son mis impresiones.


Comencemos aclarando que este libro obtuvo varios premios: Premio Ringet de la Academia de las Letras de Quebec, el Premio Literario Canadá-Japón y el Premio Gouverneur-Général en 2005. Inicialmente se editó de manera independiente  por Leméac Editeur en cinco títulos publicados en 1999, 2000, 2001, 2003 y 2004, respectivamente, y es Lumen quien en junio de este año recoge las cinco partes y los recopila en un único título: "El quinteto de Nagasaki". "Tsubaki" (camelia), "Hamaguri" (almeja japonesa), "Tsubame" (golondrina), "Wasurenagusa" (nomeolvides) y "Hotaru" (libélula) son los nombres que dan título a las cinco partes ya citadas. Un glosario final (que se agradece mucho) aporta la traducción a tan bonitas palabras japonesas y/o coreanas, por lo que la lectura del libro no concede obstáculo ninguno en relación al idioma.

En "Tsubaki" comenzamos con Namiko, quien tiene a su madre -Yukiko- muy enferma y no tarda mucho en fallecer. El abogado entrega a Namiko un sobre para ella y otro para otra persona, escritos de puño y letra de su madre, en el que hace una confesión y ciertos secretos familiares guardados durante años salen a la luz. También le solicita en su escrito que entregue el sobre al otro destinatario, Yukio. Que sus nombres sean parecidos no es mera coincidencia.

A partir de aquí, será Yukio quien comience a relatarnos con su propia voz sus vivencias en el pasado. Pero no serán los únicos que aporten su experiencia, tambien sabremos qué fue de Mariko Kanazawa, Kenji Takahashi, el Señor Uribe y otros. No quiero desvelar mucho más sobre los protagonistas, porque os arruinaría su lectura. Lo curioso es que entre personajes se dan algunas situaciones que no son fieles entre sí; creo que esto es una herramienta interpuesta por la escritora japonesa adrede, reflejándonos la realidad: que los recuerdos pueden ser tergiversados según la mente de cada persona. Realmente la historia es la misma, pero contada desde cinco prismas distintos.

"Deambulo por una calle comercial. Por poco no me choco con algunos transeúntes. No sé dónde estoy exactamente, ni cómo he llegado hasta aquí tras bajar de la colina. Me siento inerte, como si  hubiera caído en un estado de postración. Es extraño que todavía pueda caminar."

Hablamos de un pasado bastante predecible que arranca desde las primeras páginas, pero gracias a esas voces en las partes siguientes, la historia se va convirtiendo en más creíble y los personajes van hilando su propia escenografía. Todos están dotados de una belleza pulcra de espíritu, y son más bellos aún por la vinculación que les une a la naturaleza, especialmente a las flores de Corea y de Japón. Seremos partícipes de la bomba de Nagasaki como trasfondo, aunque la autora no dota el argumento de mucha ambientación, sino que se ciñe a mostrar la fuerza de los personajes, su postura ante la vida y su afán de supervivencia como el eje principal en el que se mueve la novela. No hay grandes descripciones paisajísticas, y siguiendo la pauta del estilo narrativo japonés, tan directo, Aki nos muestra sin florituras la magia de las emociones, bañadas de una prosa muy cuidada y respetuosa que envuelve a los personajes en un halo de ternura y protección, como si fuesen flores en peligro de marchitarse. 


"- Pienso en lo que le sucede a la memoria después de la muerte. Lo que hemos dicho, lo que hemos pensado, lo que hemos sabido.... ¿Adónde va todo eso después de la muerte?

- Yo no pienso en la vida después de la muerte. Creo que la memoria desaparece en el momento de morir.
-¿Cómo de puede saber que la memoria desaparece? Se sabe que el cuerpo, incinerado o entrerrado, se descompone porque tiene una forma material. Pero la memoria, que no tiene forma, ¿cómo se puede saber que desaparecerá?
- Yo creo que nuestra memoria, la mía y y la tuya, se perpetuará en el bosque eternamente."

En definitiva, un argumento breve desarrollado en capítulos cortos y que abarca más de lo que parece a priori. Si como yo, disfrutas de la narrativa japonesa, te aconsejo leerlo y dejarte deleitar por esta bonita argumentación.






20 de julio de 2018

" TE ENCONTRÉ EN EL DESVÁN" (Miguel Ángel Zambrano García)


Hay obras que se cruzan en tu camino y no puedes eludir. Una de ellas es la que traigo a continuación, "Te encontré en el desván" del autor madrileño Miguel Ángel Zambrano García, ópera prima del escritor, bajo el sello editorial de Círculo Rojo. Estas con mis impresiones.


Comenzamos con Azucena, una niña que suele pasar las tardes en casa de sus abuelos hasta que su padre vaya a recogerlo. Con su abuelo Miguel tiene un vínculo especial, y es que con el paso de los días la memoria de Azucena se amplía mientras que la de su abuelo va disminuyendo. Un día descubre en el desván unos cuadernos escritos por él, que están numerados  y deciden comenzar a leerlos juntos.


"A veces el pánico consigue que las piernas se muevan rápido, otras veces, te paraliza."


Aunque el comienzo de la historia es contada por la nieta, a partir de aquí es Miguel quien nos cuente en primera persona todo lo escrito de su puño y letra; su infancia desgarradora, verse obligado a separarse de su familia, la guerra civil, el traslado entre ciudades para sobrevivir y sacar su familia adelante, etc, tienen cabida en esta íntima y enternecedora historia. No todo es negativo, por supuesto, también hay amor, amistad y principios.

Es un argumento duro y a la vez muy bello, que engloba una historia real. Los secretos familiares y los pensamientos íntimos y puros de Miguel están reflejados con sumo cuidado, mimo y respeto, bridándole Zambrano todo un homenaje a su antepasado.  En poco más de 200 páginas nos veremos atrapados con este entramado familiar que casi hace soltar una lagrimilla y nos genera emoción y empatía . Añadiré que incluso da un poquito de envidia haber tenido acceso a todos esos textos y creo que el autor vuelca perfectamente la figura del abuelo Miguel.

Para los menos aventureros o para quienes no les gusta sufrir mucho con las lecturas, he de decir que el alzheimer está presente pero se roza de perfil, así que os animo a que os dejéis llevar por esta bonita y entrañable lectura, en la que Azucena termina por descubrir cómo era su abuelo, gracias a esos cuadernos descubiertos en el desván.


12 de julio de 2018

Sorteo III Aniversario Buscando mi equilibrio


El pasado 22 de junio se cumplió el tercer cumpleblog de este espacio, con sus altibajos y sus parones, tales de un desequilibrio profundo e intenso. El año pasado no lo celebramos, así que este año he decidido traer un sorteo de tres libros, uno por cada año de vuestra compañía, a modo de agradecimiento por vuestra fidelidad a mis desvaríos. Que sííííí, que no me enrollo másssss. Os cuento.





PREMIOS

"Cumbres borrascosas" de Emily Brontë.

"La tristeza del Samurái" de Víctor del Árbol.

"El color del cristal con que me miras" de Marga Rosende.




La razón de que haya elegido estos títulos es porque quería la mezcla de:

  1.  Un clásico, el de Brontë, que siempre acierta.
  2.  Una reedición , La tristeza del samurái, relanzado al mercado a raíz de que Del Árbol obtuviera el Nadal. 
  3.  Un libro viajero, el de Rosende, que vino de mi último viaje a Galicia y como ya sabéis, a donde fueres.... libro nuevo. 


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El envío lo realizaré yo mediante paquete ordinario, así que no me hago responsable del extravío del paquete. Es únicamente nacional.

El sorteo comienza ya y termina el 31 de agosto del presente, para quienes estén de vacaciones tengan margen a apuntarse. Unos días después se efectuará el sorteo mediante la web "Sortea2" y automáticamente comunicaré el resultado.


Habrá UN ÚNICO GANADOR.


Mucha suerte a todos.


11 de julio de 2018

A destiempo


Venía de leer a unos compañeros de otro blog que entre otros, me dedicaban hoy una mención especial. No solo me he sentido emocionada y halagada sino que en sus palabras he encontrado respuesta a ciertas cuestiones que llevaba días intentando solventar. Mis compis dicen que en mi espacio no solo hablo de libros sino que reflexiono sobre todo en general y sobre mis vivencias personales, en particular. Esto me ha hecho preguntarme: ¿hace cuánto que no me paro a reflexionar? ¿y a escribir? Porque pensar y reflejar con mis letras mi maremágnum emocional es un oasis, porque cuando no escribo me atasco, y siento que voy a destiempo.


(Imagen vía internet)


Cuando casi todas las personas están en épocas de parón y descanso, yo me altero. Cuando no me planifico me invade el desorden, que conlleva en caos y eso me produce desequilibrio. Sí, el desorden me desequilibra. El hecho de sentir que arrastro siempre tareas pendientes, sean de la índole que sean, me asfixia y entonces lo único que me queda es huir, ausentarme, distanciarme. Siempre todo para ayer o acumulado para mañana. Pero por fin comienzo a respirar.

Ya basta de risas entrecortadas, cafés anulados y llamadas pospuestas, porque es el aquí y el ahora; es hacer una balanza para que mis aletas de pingüina queden a la par en la cuerda de funambulista en las que me apoyo. El entorno es maravilloso, puedo patinar sobre el hielo sin caerme y a veces se me olvida. He tenido una temporada aislada en la que ciertos planes no salieron como esperaba y eso me frustró, por eso hoy, gracias al empujoncito de Moniki y Juan Manuel, que me han recordado que abrir el alma ante todos vosotros me quita un gran peso de encima, he dicho: voy a vaciarme. Aunque sea, como siempre, en blanco y negro.

Ahora siento que puedo volar.


9 de julio de 2018

"CEREZA GUINDA" (Benjamin Lacombe)


Tener gustos en común con otro lector es algo super satisfactorio, ya que se puede paliquear sobre autores, títulos, ediciones, etc. De vez en cuando es normal cometer la torpeza de que se te escape uno de los títulos de uno de tus escritores de cabecera,  hasta que .... ¡pam! Aparece "San Mensajero" y te trae una sorpresa. De esta manera fue cómo yo descubrí "Cereza Guinda" del tan ilustre Benjamin Lacombe, con edición nuevamente bajo el sello de Edelvives.




Ya solo la portada es del todo entrañable, no me lo podéis negar; y es que la pluma que caracteriza a este hombre es tan acertada como magnética. Es imposible no empatizar con esta niña, Cereza Sullivan, quien vive con su padre, propietario de la perrera del barrio. Cereza comparte algo muy importante con nosotros, lectores, y es que lee muchos libros. Sin embargo, las personas no se le dan tan bien y ella decide aislarse del mundo entre páginas. En su colegio pasa desapercibida hasta el punto de sentirse insignificante, algo que le produce una gran tristeza, hasta que un día se topa con Guinda, un perrito abandonado que hará que ella se plante frente a sus miedos y decida superarlos. El mayor temor al que se expone es que aparezca algún día el dueño de Guinda, ya que ella quedaría desolada.

No puedo contaros mucho más del argumento para no estropearos su lectura, así que os invito directamente a que os dejéis embriagar por esta historia tan bonita. Lacombe plasma de puño, dibujo y letra la soledad, el amor por la familia y los animales, y una gran enseñanza sobre afrontar nuestros propios fantasmas desde bien pequeños, por lo que una vez más, este cuento es igualmente didáctico para niños que para adultos.

Las emociones y los sentimientos afloran en estas poquitas páginas - 32, para ser exactos - en la que Cereza nos expone la importancia de la autoestima, de la superación personal y de encontrar a alguien que nos ayude a seguir adelante y evite esa sensación de vacío que todos en algún momento de nuestras vidas hemos sufrido.

Las ilustraciones son preciosas; ya sabemos que Lacombe capta perfectamente cada expresión de sus personajes, a los que esta vez también pone letra. Aviso de antemano: no solo vais a encariñaros con Cereza; Guinda es el pastel.

Por añadidura y aunque es breve, la pincelada metaliteraria enorgullece a cualquier lector e incluso provoca cierta nostalgia. Yo, como Cereza, supero mis obstáculos gracias a la literatura; la que también me hace volar y me ayuda en la búsqueda de mi ansiado equilibrio.

Creo queda latente mi entusiasmo así que no solo os animo a leerlo sino que os insto a una carrerita hacia la librería. ¡Leedlo!

* Gracias al remitente *