Se perdió la magia...
buscandomiequilibrio
febrero 27, 2018
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Vengo con el alma un poquito destrozada, porque siento como si me hubiesen arrancado un trocito de mí misma. Y es que ya sabéis que para mí las bibliotecas son templos sagrados en los que reinan el silencio, la paz y los libros, tres de mis máximas en la vida. Una biblioteca aporta imaginación, calidez, amparo. Una biblioteca te envuelve y te protege.
Para las que como yo vivimos en un lugar en el que la lluvia es incesante, una biblioteca es nuestro refugio, nuestro hogar, un lugar en el que no mojarse pero sí empaparse entre libros e historias, rodeados del olor a papel usado, de tarjetas con fechas de devoluciones en las que uno se mimetiza no solo con el lugar, sino también con el resto de personas que tomaron prestado el mismo libro que tienes tú en las manos, y eso crea sin pretenderlo, un nexo de unión telepático.
Fachada de la Biblioteca de Bidebarrieta |
SU HISTORIA
El edificio fue encargado por la asociación "El Sitio" en homenaje a los defensores de Bilbao fallecidos en los asedios o sitios que la ciudad sufrió durante las Guerras Carlistas.
En 1938, tras la toma de Bilbao por las tropas franquistas en La Guerra Civil Española, la Sociedad es disuelta y su sede incautada, destinada como hospital de guerra. No es hasta 1942 cuando la adquiere el Ayuntamiento de Bilbao, para alojar la Biblioteca y Archivos Municipales. Se inaugura nuevamente el 11 de febrero del 46.
En el 83 las inundaciones en la villa ocasionaron muchísimos daños, especialmente en el Casco Viejo de Bilbao. Aquí comenzó una obra integral de restauración que duró cinco años, hasta que el 1 de diciembre de 1988 se abrió al público, únicamente ya como Biblioteca Municipal.
EL EDIFICIO
Lo construyó el arquitecto bilbaíno Severino de Achúcarro entre 1888 y 1890. Destaca su fachada, de línea barroca, romántica y bastante ornamentada, así como el pan de oro de las numerosas molduras que tiene. En su decoración destacan:
LA VIDRIERA DE LA ESCALINATA
Única y original, de marcada influencia oriental, tiene en la parte central, grabado al ácido sobre vidrio plaqué rojo, el escudo de Bilbao, dentro de un círculo a modo de bomba, símbolo de " El Sitio", por alusión a la sbombas caídas sobre Bilbao en 1874.
Única y original, de marcada influencia oriental, tiene en la parte central, grabado al ácido sobre vidrio plaqué rojo, el escudo de Bilbao, dentro de un círculo a modo de bomba, símbolo de " El Sitio", por alusión a la sbombas caídas sobre Bilbao en 1874.
EL SALÓN DE ACTOS
Está decorado con representaciones de la música, el canto, la danza, la prestidigitación, la comedia, la tragedia y las conferencias. Estas actividades se ven protagonizadas por figuras de niños enclavados en un ambiente celeste y rodeado de nubes. Es magistral.
Ahora se conoce como "Bidebarrieta Kulturgunea" y acoge actos culturales de toda índole.
Preside siempre el Salón de Actos, el personaje estrella: Don Miguel de Unamuno |
Al lío.
Coincidiréis conmigo en que lo mágico de ir a la librería o a la biblioteca es pasear entre estantes, coger ese título que te ha hecho ojitos, toquitearlo, olerlo, hojearlo y ojearlo, sin prisas, sientiendo esa especie de melodía que aporta el pasar las hojas lentamente, único leve ronroneo que se puede percibir mientras lo demás continua en silencio, reinando la concentración, decidiendo qué ejemplar o ejemplares saldrán contigo y terminarán en tu casa. Qué idílico, qué romántico, qué etéreo y pasional, y y y...
Y ahora imaginad que en esta biblioteca tan emblemática deciden retirar la sala de préstamos bibliotecarios y para pedir un libro, tienes que buscarlo en tu casa desde la web, llevarlo anotado y que te lo entreguen en un mostrador, en el que esperas unos minutos a que el funcionario que corresponda busque y te entregue, como quien pide turno en un supermercado o como quien siente la frialdad de una cola de personas para renovar su DNI.
Eso es romper de cuajo con la tradición de la elección en la lectura, es romper ilusiones, es aniquilar varias sensaciones, recuerdos y sentimientos. Me puede la nostalgia y me aflige la ruptura, sí, ruptura, ya que a la hora de buscar un nuevo libro, ya no acudiré a Bidebarrieta, sino que iré a otra biblioteca en la que yo pueda elegir de manera más cómoda qué libro quiero.
Coincidiréis conmigo en que lo mágico de ir a la librería o a la biblioteca es pasear entre estantes, coger ese título que te ha hecho ojitos, toquitearlo, olerlo, hojearlo y ojearlo, sin prisas, sientiendo esa especie de melodía que aporta el pasar las hojas lentamente, único leve ronroneo que se puede percibir mientras lo demás continua en silencio, reinando la concentración, decidiendo qué ejemplar o ejemplares saldrán contigo y terminarán en tu casa. Qué idílico, qué romántico, qué etéreo y pasional, y y y...
Y ahora imaginad que en esta biblioteca tan emblemática deciden retirar la sala de préstamos bibliotecarios y para pedir un libro, tienes que buscarlo en tu casa desde la web, llevarlo anotado y que te lo entreguen en un mostrador, en el que esperas unos minutos a que el funcionario que corresponda busque y te entregue, como quien pide turno en un supermercado o como quien siente la frialdad de una cola de personas para renovar su DNI.
Eso es romper de cuajo con la tradición de la elección en la lectura, es romper ilusiones, es aniquilar varias sensaciones, recuerdos y sentimientos. Me puede la nostalgia y me aflige la ruptura, sí, ruptura, ya que a la hora de buscar un nuevo libro, ya no acudiré a Bidebarrieta, sino que iré a otra biblioteca en la que yo pueda elegir de manera más cómoda qué libro quiero.
Se
perdió
la
magia.
Y vosotros, ¿sois amantes de las bibliotecas?
Fdo: Una equilibrista a la que han desequilibrado.