"Todo lo que no te conté" (Celeste Ng)
buscandomiequilibrio
enero 30, 2018
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" Lydia está muerta. Pero esto aún no lo sabe".
¿Quién puede eludir un thriller arrancando con esta frase? ¡Impensable! Esto fue lo que hizo querer sumergirme en "Todo lo que no te conté" de la escritora Celeste Ng. Vaaaale, también reconozco que las ediciones de Alba Contemporánea son preciosas, y también me ha rechiflado esta portada.
El libro trata de la familia Lee, que reside en una serena ciudad de Ohio donde todos se conocen entre sí. El hilo temporal fluye en torno a los años setenta. Su hija Lydia es la predilecta, lo que le va a costar muy caro, ya que se espera mucho de ella. No solo vamos a descubrir los pensamientos y sentimientos de Lydia sino también la relación matrimonial de sus padres.
"Quisiste tanto y tuviste tantas esperanzas y terminaste con nada. Hijos que ya no te necesitan, un marido que nunca te quiso. Sin otra cosa que tú, sola, y un espacio vacío".
Visto así, podría considerarse una novela coral. No lo es. Vamos a descubrir desde el principio que hay una joven desaparecida, un lago que se ubica muy cerquita de su casa y que todas las cartas apuestan a que el chico con el que se veía -y con muy mala fama- haya sido el asesino.
Me temo que me está costando esta reseña más de lo que pensaba inicialmente, porque este libro es tanto, y quiero contaros tan poco....
Como decía, se entremezcla el thriller con grandes pinceladas psicológicas con una novela coral, donde los sentimientos de los protagonistas se muestran abiertamente, sin censuras de ningún tipo.
Me ha parecido sublime la narración por parte de Ng, tan cuidada, pulcra y bella, envuelta en una pluma muy atinada. Los silencios y los propios mensajes de auxilio dentro de las miserias de los personajes se dejan entrever, aunque sin especificarse claramente, convirtiendo este novelón de varios argumentos cruzados en un juego de la escritora desde el inicio.
A todas luces contemplamos un asesinato, sin dudar, pero, ¿y si no lo fuese?
La carga reflexiva que aporta la lectura de este libro es brutal, exige reposo y maduración. La crueldad que podemos adoptar con la persona que amamos, la angustia de la culpabilidad y la necesidad de volcar los miedos en el contrario, lo que no se dice por temor, lo que se oculta o lo que se quiere aparentar, son grandísimas acciones que se perciben en este libro y que precisan asimilación.
"¿Qué convertía algo en valioso? ¿Perderlo y encontrarlo?"
Solo puedo rematar casi obligándoos a leerla, en caso de no haberlo hecho ya.
Un absoluto placer haber descubierto a esta escritora de la que pronto leeré "Pequeños fuegos por todas partes".