Quizá no sea el último encuentro
buscandomiequilibrio
diciembre 31, 2018
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Dice el calendario que hoy es el último día del año, aunque en realidad para mí 2019 comience, como mínimo, el siete de enero, o incluso más tarde; arranca cuando he tomado distancia respecto al anterior, después de haber podido analizarme, haber sacado conclusiones claras de mi balance. Ahora mismo, pocas horas antes de que oficialmente 2018 dé paso a su fin, no estoy preparada ni he encontrado las palabras que definan todos estos días.
A nivel de lecturas, es el año que más libros he leído en número, pero no en calidad. Muy pocas obras se han quedado conmigo, retenidas en mi memoria, en los poros de mi piel. Creo que si quitase al gran Lacombe, de quien he leído bastantes títulos, y varios cuentos infantiles que me han dejado una nostalgia latente, me quedo con "Primero de Poeta" de Patricia Benito, que me hizo conocer una parte de mí que no sabía cómo expresar; y con las "Cartas a una desconocida" del gran Zweig, que me hizo aprender otro tipo de amor. A partir de aquí, ha habido bastantes obras que me han entretenido, divertido y gustado en general, y otras tantas deplorables. No tacharé de malos escritores ni de malos libros todas esas páginas, sé que yo he sufrido muchos cambios.
Como dice mi querida "Miss Brandon", sigo echando de menos a quien no se lo merece, pero también he aprendido a amar con más fuerza. Mis sentimientos necesitan ser clarificados; una parte de mí sabe que tendré que asimilar una pérdida que en este instante no estoy dispuesta a afrontar, aun sabiendo que hay muy poco de positivo en ello; otra parte lucha por ser feliz, porque la felicidad no llega, hay que esforzarse en alcanzarla. La vida me está ayudando, y ahora mi epicentro es otro: mi último pensamiento de la noche y el primero cuando amanece. Estoy reeducándoome en eso de no callar, aunque aún me falta decir abiertamente lo que duele, sin pensar en el receptor; queda tanto por hacer....
Me gustaría cerrar los ojos y que ya fuese mañana, momento en el que mi cama ya no esté tan fría y solitaria, y cuando por fin estemos todos juntos. Mientras tanto, comienzo "El último encuentro", con la esperanza de que quizá no lo sea, pero sí una nota más de color en mi introspección. Me dará calor mi infusión en esa taza que me encanta y que tanto me representa, un corazón al que le falta un trocito y que dice tanto de mí.
Restan días para completar el ejercicio, como dice mi profesora de yoga, de mirar hacia dentro así que, por el momento, me conformo con disfrutar de mi práctica de hoy.