"ORFANCIA" (ATHOS ZONTINI)
buscandomiequilibrio
febrero 22, 2017
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" Nada me ha hecho nunca tanto daño como el amor. Al poco de nacer, estuve a punto de morir de una hernia estrangulada. Mis padres me veían llorar día y noche, y no entendían, se obstinaban en tenerme en brazos como si fuera cuestión de afecto, una nostalgia de la placenta que hubiera que colmar".
Así comienza esta nueva novela de Athos Zontini con Editorial Destino, "Orfancia".
Desconozco si os ha pasado que como a mí, a la hora de elegir una novela, muchas veces hay que debatirse entre leerla o no, y aún a pesar de las dudas, arriesgas y el resultado no es el esperado, sea para bien o para mal. En este caso concreto, no me arrepiento porque me ha gustado a pesar de que la sensación final haya sido agridulce.
Comenzamos con un niño de ocho años que padece anorexia y bulimia, perseguido por sus padres, que como es lógico, están desesperados por ver a su hijo sano, ya que a pesar de que simula comer, cada semana que acude al pediatra ha perdido peso respecto a la visita anterior. Él se niega rotundamente a engordar porque vive obsesionado con que cuando los niños cogen cierto volumen, sus padres se los comen, motivo que le provoca angustia y le quita el apetito.
No es difícil imaginar que el clima familiar comienze a enturbiarse; sus padres cada vez discuten más por el bienestar del niño, se alejan y van tomando distancia, hasta que finaliza el curso y su madre se lo lleva al pisito de la playa. Con la ayuda de una mujer, propietaria de una frutería, y su hijo, más bien rellenito, intentará que su hijo se contagie de su entusiasmo por la comida y gane algo de peso. Si bien las formas de su amigo no serán las más educativas, inculcando de hecho cierta maldad en él, conseguirá que nuestro prota vuelque toda su frustración y toda la rabia contenida, provocada por el bullying del que es víctima en el colegio. Y quién sabe, puede que al final consiga comer, y devuelva a su hogar el equilibrio que necesitaban. O no....
Como véis, el argumento central de esta historia, lamentablemente, es de máxima actualidad. Hoy día se padece y se provoca tanto acoso infantil, que me parece un acierto de Zontini el hecho de plasmarlo con narración en primera persona, desde la propia voz de nuestra chico atormentado. Asimismo, la anorexia y la bulimia, que suelen ser daños colaterales de la propia frustración de un agredido, en este caso es la temática principal de esta novela, y se presenta justamente en ese orden, comenzando con los desarreglos alimenticios, y apareciendo después el bullying que comentaba inicialmente.
No me incomoda leer sobre temas de tan alta crudeza, al contrario, hay que afrontar y asimiliar que esto, a día de hoy, sucede - más de lo que debería -. El enfoque que ha querido dar el escritor me ha aparecido muy peculiar, lo que hace a este libro despuntar respecto a otros con temas similares. Y justamente creo que esa rareza, porque de veras que vamos a encontrar rareza entre estas letras, es lo que la hace especial. Quizá, incluso puntualizando, la casi paranoia que flota en la mente de este chaval es lo que de verdad resulta perturbador para el lector, además de los consejos nada didácticos que tienen con él.
Me veo en la necesidad de matizar que a medida que se va avanzando con la lectura, una se va quedando más descolocada, incluso confusa, porque nuestro niño tiene una forma de ver la vida muy muy diferente a lo que en realidad es correcto, o mejor dicho, habitual. La narración es cuanto menos escatológica, llegando en algunos capítulos a causar auténtica repugnancia.
Para mí la novela tiene dos giros cruciales: uno (en mi opinión) esperado, hacia la mitad del libro. En este momento el ritmo comienza a ser más constante y cómodo, casi incluso más real, más común, hasta que aparece el segundo, justamente en el capítulo final del libro. Precisamente esto es lo que casi me arruina toda la lectura. Este giro brusco no me dejó sin aliento, sino que se me hizo desagradable. Con palabras coloquiales, me resulta "una ida de olla" del escritor, que creo que no encaja nada en la tónica del libro, o directamente escapa de mi comprensión. Añado que el desenlace no echa por la borda toda la lectura, ya que he preferido valorarlo por su originalidad, y en esto sí que tiene mi aprobado.
En resumen, una novela con un público limitado, con una trama un tanto desequilibrada y un argumento muy singular, que bajo mi criterio, hubiera sido brillante de haberla concluido de otra manera, o es más, habiéndole añadido un prólogo aclaratorio.
Para mí la novela tiene dos giros cruciales: uno (en mi opinión) esperado, hacia la mitad del libro. En este momento el ritmo comienza a ser más constante y cómodo, casi incluso más real, más común, hasta que aparece el segundo, justamente en el capítulo final del libro. Precisamente esto es lo que casi me arruina toda la lectura. Este giro brusco no me dejó sin aliento, sino que se me hizo desagradable. Con palabras coloquiales, me resulta "una ida de olla" del escritor, que creo que no encaja nada en la tónica del libro, o directamente escapa de mi comprensión. Añado que el desenlace no echa por la borda toda la lectura, ya que he preferido valorarlo por su originalidad, y en esto sí que tiene mi aprobado.
En resumen, una novela con un público limitado, con una trama un tanto desequilibrada y un argumento muy singular, que bajo mi criterio, hubiera sido brillante de haberla concluido de otra manera, o es más, habiéndole añadido un prólogo aclaratorio.