LA VENGANZA ESQUIVA (Adrián Martín Ceregido)

No me negaréis que para los amantes de la literatura, nos resulta  imposible resistirnos a novelas  que se basen en librerías, escritores, poetas.... Y este fue el motivo que me llevó a decantarme por la lectura de "La venganza esquiva", una novela negra basada en Robert Louis Stevenson. Os adelanto que ha resultado ser todo un deleite .

Hablamos de este escritor consagrado con muchísimos libros publicados: "La isla del tesoro", "El extraño caso del Dr. Jekyll & Mr. Hyde", "Cuentos de los mares del sur", y un largo etc.

Comenzamos la novela en 1870 con un Robert muy joven, que paseando por un pueblo en Escocia se encuentra con una anciana que lee su mano y le augura una gran carrera como escritor.  Y es que él a pesar de ser ingeniero naútico debido a una tradición familiar, lo que le hace feliz no es diseñar faros sino escribir, así que aun a riesgo de la reacción de su padre, decide abandonar su tarea y dedicarse únicamente a escribir.  De espíritu aventurero, entre viaje y viaje decide ir a visitar a su primo, donde conocerá a Fanny, quien le descubra que el amor aparece donde uno menos cree.

Fanny es una mujer fuerte o la vida le hace fuerte, teniendo dos hijos, habiendo perdido a un tercero, y siguiendo a un marido-veleta de continente a continente, hasta que llegue el día que la situación se desborde y decida abandonarlo, luchando contra la costumbre y la opinión de su propia familia, creyente en las bases del matrimonio tradicional. Decide refugiarse en Grez, donde empezar su vida de nuevo, momento en que conozca a Robert, y con él su amor por la literatura. De hecho le regalará una novela de Julio Verne que ella tendrá en gran estima, y que se convierta en el principal nexo de unión entre ellos.

Debido a la pasión que siente su hija Belle por la pintura y su ansia en estudiar arte, tendrá que buscar una academia donde desarrollarlo. Primero buscarán en Amberes, sin embargo, al ser mujer no tiene permitido estudiar y decidan trasladarse nuevamente, esta vez a París. Allí su hijo Sam enfermará, y ella preocupada por haber perdido ya a otro descendiente, se volcará en cuidarlo, procurándole los mejores médicos. 

Por su parte Robert acudirá a París, enamorado de Fanny hasta el extremo. Y tras varias contradicciones y tras nuevos tragos amargos de la vida, vivirán ese amor, plantándole cara a la sociedad y a todo lo que se ponga por delante, y se instalen en Escocia. Aquí Robert se volcará en su escritura, saliendo a la luz "La isla del Tesoro", título con el que consiga un éxito espectacular.

Un día mientras mantiene una conversación con su gran amigo y también escritor Arthur Conan Doyle (conocido especialmente por "Sherlock Holmes") un hombre se acerca y le hace una confesión de su propia historia, tan cruda y tan brutal que Robert se obsesiona con ella. Solo le pide una cosa a cambio, que jamás revele nada de lo contado. Y durante mucho tiempo  no lo hace, de hecho ni recuerda el nombre de ese señor por más que lo intente, pero no consigue olvidarlo, produciéndole incluso insomnio. Basándose en esa historia y con la ayuda de su gran imaginación escribe "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde".

¿Será finalmente capaz de mantener ese secreto a salvo? 

A lo largo de tres partes y moviéndonos entre varios hilos temporales, iremos descubriendo esta historia alrededor del "primer asesinato". En ningún momento uno espera qué va a pasar, el escritor nos otorga giros constantes por lo que nunca nada es lo que parece, navegando en un juego de despiste, saltando por varias ciudades, esperando lo inevitable, y todo entre las aguas de un claro homenaje a grandes clásicos de la literatura. Como broche final, descubrir quién es el personaje de la conversación es para mí lo mejor del libro.

Con una escritura sosegada y madura, con un toque clásico y varias pinceladas de imaginación, y un trabajo de documentación aplastante, esta primera novela de Adrián M. Ceregido me ha encantado, dejándome paladearla y reposarla, con la sensación de disfrutar de ella como si de un libro antiguo se tratase, adornada con algunas ilustraciones bellísimas, y en definitiva, formando una historia que no tiene fisuras.

Cada capítulo da comienzo con una cita de RLS; son muchas las que me gustan y solo una la que comparto:

“Un amigo violento o un enemigo enfurecido son siempre aborrecidos o sumisamente adorados; la indiferencia es imposible”.

No recomendarla sería muy egoísta por mi parte ;)

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