" SIN MANOS Y OTRAS PROEZAS DE LA INFANCIA " (Rodrigo García y Raúl Jiménez)
buscandomiequilibrio
enero 31, 2016
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Hoy toca novela gráfica, "Sin manos y otras proezas de la infancia", que me tocó en el sorteo de Marisa en Books & Co.
Bang ediciones (2015) 152 páginas P.V.P.: 20,00 € |
En este caso, autores:
Raúl Jiménez Muñoz fue en su infancia bombero, capitán de barco y astronauta. Luego se dio a la escritura, abandonándose por completo. No obstante, encuentra a los trece años el sentido de la vida y lo canjea por una revista para adultos. Al descubrirse su especial interés por los senos, sus padres lo apuntan a un curso de trigonometría. Dejará sin embargo esta noble disciplina para esconderse detrás de una cámara de video, trabajando para distintas productoras y medios de comunicación. En la actualidad, toca el timbre y el matasuegras, es padre de dos hijos y participa en la tertulia de Los Innuendistas. Entre sus proyectos está el de seguir insistiendo en la ficción literaria, quitar el gotelé de su casa y fabricar una nave.
Rodrigo García Llorca nace en 1980, sin ninguna experiencia previa, pero pronto se vuelve un adicto del Tente, los plastidecores y los nísperos. Al entrar en la adolescencia, lee en una pintada que es el momento de experimentar, y decide probarlo todo: el acné, la natación, la guitarra, incluso compra unos pantalones de cuadros blancos y negros. Mientras tanto, continúa dibujando monigotes y zapatillas a un ritmo frenético y en un arrebato de pragmatismo, ingresa en la facultad de Bellas Artes, huyendo de la poesía y la bohemia de las carreras científicas. A día de hoy, finge con relativa solvencia que ha madurado y trabaja como diseñador gráfico e ilustrador. En un futuro próximo, espera sacar adelante junto a Noel Lang la segunda entrega del cómic Downtown.
No soy muy asidua a la novela gráfica, especifico, no lo era, porque cada vez voy ampliando más mi estantería con libros ilustrados. Cuando Marisa sorteaba este ejemplar, no dudé en animarme, me llaman mucho la atención los argumentos que tengan que ver con la infancia.
Esta novela consta de ochenta y cuatro microhistorias diferentes que hacen alusión a la imaginación que tenemos de niños, y ciertamente, cuando has tenido una infancia feliz y, como yo las denomino, " de las de verdad" (de escondite, saltar a la cuerda, etc.) recordarla y rememorarla es como comer un helado de chocolate, muy dulce.
Las ilustraciones acompañan las propias citas de la novela, algunas son desternillantes. Me ha hecho revivir mis inquietudes de cuando era niña, pero desde la diversión y la reflexión. Me ha resultado una lectura amena y entretenida que he podido disfrutar con ese agradable toque de humor y melancolía.
Si tuviera que escribir citas que encontrar entre su páginas, habría demasiados, así que me limitaré a compartir solo dos:
"Está de sobra demostrado, la velocidad de la luz es al lado de la velocidad del miedo demasiado lenta. Cuando la linterna asoma bajo la cama, el mostruo está ya en el armario"
" Como no teníamos mascota, nos portábamos mal a propósito para que papá nos encerrara en el sótano. –¡Con los ratones! –gritaba. El pobre nunca entendió la alegría con que bajábamos la escalera."
Si buscáis desconectar de otras novelas más densas y profundas, esta es idónea. Os recomiendo concederle esa oportunidad.