Tanto como duren nuestras vidas

Llegaron a mis manos estas palabras. No eran para mí, no puedo decir cómo aparecieron entre mis dedos. Me pareció precioso, sincero, de Thelma a Louise, de Chip a Chop, de mí a ti, de ti a mí. Esas palabras robadas te evocaron.

Tanto como duren nuestras vidas... 

Qué importa a qué nos dediquemos, cuántos fracasos amorosos tengamos, cuántas veces nos enfademos, y cuántas nos reconciliemos, de qué color sean las flores de tu terraza, o las de la mía. No es relevante en cuántas ocasiones tropiece y me caiga, si tú extiendes tu mano para ayudarme a levantarme, y dar un pasito más, juntas. Si caes tú, yo también te ayudaré.

Mientras que estemos vivas, seguiremos. Dejemos a un lado las guerras, la intolerancia, la economía, ¿qué nos queda? Los principios, la honestidad, la sinceridad, el respeto, el cariño, la paciencia, los recuerdos, las risas, los cafés atropellados, las cenas, los amaneceres,  las confesiones, las tonterías, las lágrimas, las derrotas, el amor, tu mirada, tu sonrisa, mis inquietudes, tus dudas y tus palabrejas.

Sin ti no soy nada, dice Amaral. Somos dos almas que se encontraron en un momento, nos necesitamos y no nos separamos. Me haces falta, cada día, aunque no te vea, aunque no hablemos. Estás, estoy, estaremos, compartimos y nos sentimos.

Vía www.aceroymagia.com

Te prometo lealtad, te prometo amor. No necesitas creerme ahora, solo déjame seguir aquí, cerca, constante, SIEMPRE.

Tanto como dure mi vida, AMIGA.