"EL BAR DE LAS GRANDES ESPERANZAS" (J.R. Moehringer)

Duomo Ediciones
460 páginas
19,80 € papel / 9,49 € ebook

Lo cierto es que el título ya era atrayente, así que cuando organizó Laky (Libros que hay que leer) el Sorteo con Lectura conjunta, ¡tenía que apuntarme! No hubo suerte en el sorteo, así que compré mi ejemplar en papel. Tengo que hacer hincapié en que yo muchas veces compro los libros online, y si llego a saber que la letra iba a ser tan chiquituja, lo hubiera comprado en formato digital. 

El autor, J.R. Moehnringer, me sonaba de oídas, sabía que había ganado el Pulitzer con Open, las memorias de Andre Agassi. No me disgusta el tenis, pero tampoco me emociona especialmente, por lo que nunca me animé a leerlo. Pero fue ver la portada del libro de El bar de las grandes esperanzas (llamadme superficial) y esos ojitos me cautivaron. Y el argumento era muy emotivo, así que, ¿cómo negarme?

Os lo cuento a continuación:

Tenemos a J.R. Moehringer, (como el autor) un niño criado por su madre, hijo único y abandonado por su padre antes de nacer. Su madre será el gran pilar de su vida, quien luche por él, sobre todo, por darle una buena educación.

Él no conoce a su padre, sabe que es DJ y que es locutor en un programa de radio, por lo que sintoniza la suya para poder escucharla, de hecho, llama a su padre "La Voz". 

Vive con su madre en la casa de sus abuelos, y con su tío Charlie. Su madre buscará mil trabajos con el fin de poder vivir con su hijo a solas. Su abuelo es un personaje muy peculiar, así como arisco, que no demuestra a J.R. el cariño que éste necesita. Además, trata fatal a su abuela.

"Mi madre me dijo que el abuelo ahorraba amor como si tuviera miedo de quedarse sin él algún día"

Su abuela es una mujer luchadora cuya misión es proteger a su hija y a su nieto. Intentará en todo momento que J.R. se convierta en un buen hombre y cuide de su madre. 

También convive en ocasiones con su tía y su prima, y su primo MacGraw, al que querrá como un hermano. 

A pesar del cariño que rodea a nuestro muchacho, la carencia de una figura paterna hará mella en él, e irá poco a poco acercándose a su tío Charlie, camarero del Dickens (posteriormente llamado Publicans) y a sus amigos. Aquí irá descubriendo un mundo diferente, rodeado de apuestas, alcohol, mujeres... Y de una forma un tanto especial, irán formando un "algo" y un "alguien" para él. Se convertirá en asiduo a ese bar en el que albergará sus grandes esperanzas.

"Todo el mundo tiene un lugar sagrado, un refugio, donde su corazón es más puro, su mente más clara, donde se siente más cerca de Dios, o del amor, o de la verdad, o de lo que sea que venere"

J.R. había encontrado en el sótano del abuelo una caja con viejos libros y discos de su padre, que es donde él se aficionará a la lectura y a Frank Sinatra. Para ganar algo de dinero, empezará a trabajar en la librería de Bud y Bill, dos hombres buenos que le enseñarán otros valores distintos a los de su tío Charlie. Confiarán en él y le animarán a que vaya a la Universidad. De hecho él quiere estudiar Derecho por un motivo muy concreto. Gracias a una beca, y al amor incondicional de su madre, conseguirá estudiar en Yale.

Es aquí donde conocerá de cerca el amor, el desamor, la derrota, el fracaso, los sueños rotos, y a sobrevivir a base de valentía y esfuerzo. Le sorprenderá su amor por la escritura y el periodismo, y su vida se centrará en esto.

"Llegué a la conclusión de que la vida es una sucesión de historias de amor, y que cada una de ellas es la respuesta a otra anterior."

Con el paso del tiempo, y a pesar de compaginar sus quehaceres con sus visitas al bar de su tío, madurará y descubrirá que la vida es una eterna lucha.

"Llegué a la conclusión de que el primer paso para aprender era desaprender, despojarse de viejos hábitos y falsas ideas preconcebidas."

Empecé esta lectura esperando encontrarme con una historia emotiva y muy profunda. Sabía que no tendría un ritmo vertiginoso, porque es un libro para saborear, para deleitarse en cada palabra.

Me sorprendió descubrir que el libro era la propia biografía del autor, lo desconocía. Quizá sea por este motivo por el que esté descrito con un lenguaje cuidado y exquisito, con mucho mimo y respeto. La trama está muy bien tejida y lo cierto es que el hecho de ver crecer y madurar al personaje es encantador. 

Sin embargo, a mitad del libro me encontré con que varios capítulos relacionados con apuestas de béisbol y caballos están excesivamente detallados. Para quien comparta esta afición, le resultará muy motivador. Para los que no, como en mi caso, se me hizo pesado y aburrido. Creo que con unos datos más genéricos para ponernos en situación hubiera sido más que suficiente. Me hubiera gustado que fuese más reducido. Esto hizo que frenara mucho mi ritmo de lectura, hasta el punto de dudar si terminaba la historia o no, porque "no me estaba enganchando".

Exceptuando este matiz, decidí continuar con el libro hasta el final. No ha cumplido mis expectativas, quizá porque eran muy elevadas. Es una pena, porque realmente la narración, exceptuando esos capítulos, está muy bien labrada y estructurada, y la historia de J.R. es emotiva,. Ha sido maravilloso ver como un niño tan pequeño puede ser tan sensible, educado y maduro para su edad, totalmente emotivo. Esto es lo más positivo que me llevo de la lectura, pero, en balance general, no me ha convencido del todo.

P.D.: Os dejo también esta imagen de mi bar de mis grandes esperanzas. Con ella participo en un concurso propuesto por Duomo Ediciones.