¿Hasta cuándo? (Parte I)

No te comprendo. Te has rendido, has perdido la batalla. Te has limitado a sentarte y permitir que el tiempo vuele, viendo tu vida pasar, día tras día, como un mero espectador, desde una postura cómoda, en un sistema confort que ha creado tu mente, pero no es un realidad. 

Te engañas a ti mismo, diciéndote que es mejor no luchar, no arriesgar y no sufrir. Eres un cobarde. 

Deberías acallar las voces que te torturan, echarle valor a la vida, salir de tu propio letargo y  de esa apatía que te envuelve. Es insano lo que haces, es deprimente verte así. Me esfuerzo por entender tu actitud, lo prometo, razonar como si fuera tú, y no termino de conseguirlo.  Me duele saberte estancado en tu propia cárcel, rodeado de esas barreras que te has ido construyendo a tu alrededor y no dejando que nadie traspase. Ni siquiera yo.

¡Qué dura es la soledad! Esa que penetra por cada recodo de tu cuerpo y te hace tiritar. A pesar de estar con otras personas, de recibir apoyo o cariño. Ese tipo de soledad es la que estás sufriendo. No temas, solo es un tránsito entre un pasado borroso y un futuro posible. No culpes al destino, sería injusto, cúlpate tú por tu falta de valentía.

¿Hasta cuándo vas a seguir así? 

A tu lado tienes una oportunidad, una opción. Un puente para cruzar a otro lugar, para descubrir un camino nuevo, un recorrido alternativo, distinto. Solo tienes que levantarte y avanzar, son tan solo unos metros. Imagina que tiendo mi mano y cruzamos pasamos. Tu vida en tono sepia puede llenarse de color, ¿lo ves? 

¡Verde!. Donde hay verde, hay esperanza, y donde hay esperanza ,hay vida. 

¿Lo cruzarás por mí?

****** (Parte II muy próximamente) ******