Con el paso del tiempo he ido reflexionando sobre las metas que nos auto-imponemos por y para diversos fines a lo largo de nuestra vida. Y he llegado a la conclusión de que los grandes propósitos, las grandes metas o los retos complicados son un arma de doble filo.
Por un lado, siempre nos han dicho que hay que soñar a lo grande, porque soñar es gratis y cada uno puede reservar ese espacio infinito e íntimo a lo que más le convenga y le haga feliz.
Y por otro, me pregunto,
¿no son los fines a largo plazo frustrantes en caso de que no conseguirlos?
¿No pueden conllevar a una amargura larga y ascendente?
Es por eso por lo que hoy planteo los propósitos a corto plazo.
¿No es más fácil alcanzar un fin cuando la meta no es excesiva?
¿E ir luego aumentándola paulatinamente?
Por mi experiencia personal, cuando me me he planteado algo "grande" y sobre todo en tiempo breve, he acabado con la moral por los suelos y un portazo en las narices.
Sí, SOÑAR en mayúsculas es digno de ser inconformista, de querer mejorar, de ser ambicioso. Pero....
¿no resulta también asfixiante que todo lo que te has imaginado termine truncándose?
¿Nos arriesgamos a plantear nuestras cuestiones en un futuro próximo o lejano?
Yo prefiero fijarme pequeños objetivos, por mi experiencia y a veces también por la de los demás, me doy cuenta cuando los retos son enormes, si los consigues acabas destrozado, y totalmente desmotivado para lo siguiente...o si no los consigues, frustrada, hecha polvo...si son pequeños, es más fácil que lo consigas, poco a poco, paso a paso...Muchos pequeños no son uno grande??? O aquí no vale..jejeje...o tal vez, lo que para otra persona es una bobada, para ti sea la leche..somos nosotros los que lo decidimos..Igual es que soy bastante conformista..O tal vez vaga....O realista
ResponderEliminarMuy bueno tu comentario. Opino como tú, que al final los grandes planes se terminan truncando.
Eliminar¡¡¡Gracias!!!
Yo, como apuntan el el comentario anterior, también soy más de pequeños objetivos concretos.Como dicen por mi tierra, "pasiño a pasiño faise o camiño".
ResponderEliminarGRacias por compartir tu opinión.
Besos.
Me gusta proponer cuestiones para debatir entre tod@s.
EliminarPor tu frase ya se ve que andaluza no eres, jejejejje. #Galicia #Calidade.
Besos.
Creo que el equilibrio es lo debido... Planes a corto plazo, alcanzables que te hagan el camino más fácil y te ilusionen más a menudo. Y que esos pequeños planes sean para alcanzar uno mayor.
ResponderEliminarNo sé, eso es lo que yo intento ^^
¡Saludos!
Gracias por tu coment, me gustan tus palabras.
EliminarSeguiremos intentándolo!!
Besos.
Depende de lo que estemos hablando, si se trata de una vocación que exija estudios previos (ser médico, por ejemplo) los planes serán necesariamente a largo plazo, si se trata de algo más sencillo, como aprender algo nuevo, unos meses bastan.
ResponderEliminarY sin cosas como "ser más amable con los demás", el plazo es el minuto siguiente.
Tener objetivos a largo plazo no es malo en sí mismo, García Márquez tuvo "Cien años de soledad" 30 años en su cabeza, a los 40 años lo dejó todo y se puso a escribir. Tardó 18 meses en terminar su libro tantas veces soñado.
El resultado lo conocemos todos.
Lo verdaderamente importante es tener objetivos=ilusiones, los plazos son lo de menos.
¡Un abrazo!
Buena respuesta a este pequeño debate, otro punto de vista. Me gusta!
EliminarDesde luego estoy conforme, si es vocación, exige dedicación y esfuerzo a lo bestia. Lo del minuto siguiente, touché!
Seguiremos con los objetivos e ilusiones.
Abrazote!
Muy de acuerdo con el comentario anterior. El caso es tener metas-ilusiones. En cuanto acabes con una, la consigas o no, empieza automaticamente con otra, y asi seguiras con esa ilusion.
ResponderEliminarMe encanta este blog.
Besos.
Gracias por tu opinión. Entonces meta-ilusión de uno en uno, no? Eso es lo que propones...
EliminarBesos.