MADRE NO HAY MÁS QUE UNA, NI PADRE TAMPOCO
Mi madre ha sido y es una diosa del hilo, la aguja y el dedal, la Sira Quiroga de El tiempo entre costuras, en una época similar, solo que con más estilo.
Fue su profesión y ha sido, su, ¿cómo se dice? Vocación; además de crear una familia numerosa con una habilidad igual o superior al resultado de sus patrones.
Gracias a su paciencia, dedicación y conocimientos, le daba igual qué diseño crear; una falda, un uniforme para el colegio, o te hacía un disfraz de Superwoman con la "S" más perfecta del mundo.
¡Se confeccionó su propio vestido de novia!. Estaba preciosa.
Y es que ella lo que hace, lo hace con pasión, una de sus cualidades que admiro.
En mi inspiración.
Me ha enseñado que hay que esforzarse en hacer lo que te hace feliz. Y junto con mi padre, y mis hermanas, me enseñaron a caminar, a hablar, a expresarme ... (por eso estoy aquí hoy).
Esta es mi pequeña dedicación personal para mi familia.
OS ADORO.
Sentimentalismos a parte, hay algo que os quiero preguntar:
¿Hay algún tipo de escuela clandestina para aprender ciertas cosas que solo saben hacer nuestras madres?
El primer día que intenté hacer unas albóndigas, llamé a mi madre, claro, para que me dijera cómo hacerlo:
- Ama, ¿cómo hago la salsa de las albóndigas?
- Ah, si es muy fácil [siempre es muy fácil]. Pochas un poco la cebollita [pero ¿qué es pochar?], sofríes un poquito de ajo a parte [¿y cómo se sofríe? S.O.S], le echas zanahoria.... bla, bla, bla.
El resultado es que a ella le sale una salsa de mojar una barra de pan por lo menos, y ¿a ti? ¿Un zumo? Te queda soso, o salado, no tiene la espesura necesaria, ¡ si ni siquiera sabe igual!. En definitiva, un desastre.
¿Hay trucos mágicos de madre o secretos pasados de generación en generación [que ella aún no me ha desvelado] para que una salsa pueda catalogarse como salsa, y no como un "churro de líquido sin consistencia ni ná"?
Pero hay más, y esto me desconcierta sobremanera, porque la he visto hacerlo mil veces, y lo he intentado dos mil o más, y no consigo jamás que me salga como a ella:
DOBLAR LA SÁBANA BAJERA
¿¿¿¿Por qué????
Si sigo el mismo procedimiento [palabrita del niño Jesús], ¡hasta la plancho!, igual que ella, y cuando la doblo me sale, como dirían en Andalucía, "un mojón", y a ella le queda el armario con sus sabanitas dobladas perfectamente, digno de exposición, que ya le gustaría a Zara Home colocarlo todo así.
¿Imparten cursos en algún sitio?
Es imposible, ni aunque lo intentes las veces que quieras, hay cosas que solo una madre puede hacer así de bien.
¿Y el marisco?
Bueno, bueno, misión imposible, casi casi.
En este caso en mi casa la tarea de los mariscos y pescados ha estado casi siempre atribuida a mi padre. En mi época que la mayor parte de los padres (hombres) no hacían cosas en casa, el mío trabajaba en el banco, y era un profesional de los de verdad, de los honrados, y no corruptos como hoy en día, un mago de los números y de las cuentas de ahorro. Pero además me venía a recoger al cole con un bocadillo buenísimo, de esos con relleno para compartir con otro y hacerte dos bocatas como mínimo. Y me invitaba a un mosto antes de llegar a casa a hacer los deberes. Me agarraba a su brazo, como mi madre, y me dejaba en casa. Era (y es) mi Superman. Y hacía la cena, todos los días, religiosamente. ¡Y qué cenas! Ni en Masterchef.
Pero de vez en cuando cocía marisco (y lo sigue haciendo) para darnos un caprichito: nécoras, bueyes (con su txangurro), vígaros.... Se me hace la boca agua solo de pensarlo.
Pues es el caso el mismo que con mi madre, llamar a mi padre para que me explique, primero, dónde comprar un marisco decente sin tener que tirar del plan de pensiones, y cuánto tiempo cocerlo y cuánta sal echarle, claro. Porque marisco sin sal... es como un día sin sol (que de eso sé un rato).
¡Tampoco! ¡¡¡¡No hay forma!!! A mí no me queda igual ni a años luz.
¿Le enseñaban en el colegio la cantidad exacta de sal que había que echar?
Concluyo confesándoos (así, en bajito) que tiene que existir algo tipo "La botica de la abuela" pero más siendo "Los artes ocultos de los padres", y han hecho entre todos una clase de conspiración para que por mucho que lo intentemos, tropecemos con la misma piedra toooodo el rato.
Prometido que si descubro algo, vuelvo y os lo cuento.
¿Y vosotr@s? ¿Qué hacen vuestros padres que intentáis y no conseguís hacer igual?
La paella, bueno el arroz en general. Da igual como lo haga mi madre que sale de cine, y yo me siento lo miro, lo hablo (a veces lo insulto, lo confieso) pero nada. O salen piedras o salen gachas.
ResponderEliminarTerrible
Besos
¡¡¡¡Mientras leo!!!!!! ¡¡¡¡¡Qué ilusión recibir un comentario tuyo!!!!! Llevo un tiempo siguiendo tu blog, me encanta!!!!! ¡¡¡¡¡ De hecho en el post que publicaré hoy hablo de libros y de ti!!!
EliminarSoy muy fan de Entre Montones de Libros, ¡qué alegría!
Me alegra no ser la única a la que le pasa esto (mal de muchos, consuelo de tontos....). Pero habrá que seguir intentando que el arroz se le parezca al de tu mami, ¿no?
Si lo consigues quiero foto en redes sociales.
¡Un besito!
A todos nos gustan las croquetas ,(pero seguro que como las de tu madre no las comes en ningún sitio mejor) eso le digo yo a mi novio "estas están ricas pero las de mi madre son brutales ... Que curioso que a el le pasa lo mismo... Sabor materno inigualable ...
ResponderEliminarEfectivamente....
EliminarLas croquetas también son un buen ejemplo, que se queda en la recámara del paladar. Y vayas donde vayas, y pruebes las que pruebes, ese sabor concreto no se iguala.
Me encanta!
ResponderEliminarMe encanta mi familia. Estaremos locos pero entre nosotros nos entendemos y nos queremos!
Mi madre es, como todas, una súper woman. No ha sido Carlos Arguiñano, pero cuando se esta lejos de casa se echa de menos toda su comida! Con los años mejora EH! Y mi padre, que decir de mi padre, persona valiente y corajuda donde las haya, y sensiblon jejejeje que hace unos macarrones que ni en mil años me saldrían igual.
Ainsssss bonito post, me encanta.
Me gustan tus palabras!!!
EliminarLa familia de un@ es lo más, cada una distinta. El resto no tiene por qué entenderlo, sino entenderos entre vosotros.
Habrá que decirle a tu padre que nos haga unos macarrones.
Sí, tu familia es una familia de luchadores, sois super fuertes.
Un abrazo.